SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 3 de enero de 2008

ALGO MÁS QUE LEÑA PARA CORTAR

Dice un proverbio ruso: "Algunos pasean por el bosque y sólo ven leña para cortar". Hay que ser burro, pero muy burro, y carente de cualquier sentido para no apreciar la música clásica. No importa que algunas composiciones tengan siglos de historia. La buena música lo es para siempre. Hay creaciones absolutamente geniales, imperecederas. Y cuando están acompañadas de imágenes de igual calibre, la mezcla resulta sublime. Os presento algunas de mis favoritas y espero despertar en vosotros esa chispa de sorpresa, de cuando os encontráis ante algo único.

Piezas trepidantes, para romper ese mito de que la música clásica adormece y aburre. Un fragmento de la IX Sinfonía de Ludwig van Beethoven (1770-1827) un auténtico genio que, como sabréis, murió sordo, pobre y fiel a su carácter huraño. Con imágenes de la exitosa película "300", convenientemente diseccionada en nuestra sección HISTORIAS. Perdón por la carnicería.





Johann Strauss hijo (1825-1899) se dedicó a la música a pesar de la oposición de su padre, también compositor, quien abandonó a la familia cuando él contaba 17 años. Esta melodía es la cabecera de la última campaña navideña de Vodafone, pero seguro que os suena por haberla escuchado en infinidad de ocasiones. Vibrante. Se llama Trisch Trasch Polka.





Hace unos años, TVE recuperó una composición de Johannes Brahms (1833-1897) para una bonita campaña navideña. La Danza Húngara número 5 del músico alemán también fue utilizada por el genial Charles Chaplin en la no menos genial película "El gran dictador", durante una memorable escena en la que el barbero judío que interpreta afeita al compás de la música a un cliente. Brahms fue otro de esos peculiares creadores. Amable con los niños y hosco con los adultos, nunca se casó, si bien siempre se rumoreó que estaba profundamente enamorado de la mujer de su buen amigo, Robert Schumann. La vida es cruel, pero él nos dejó un motivo para amarla.





Un poco de calma y más cine. Stanley Kubrick, uno de los grandes directores comenzaba una de sus obras maestras, "2001 una odisea en el espacio", con un vals de Johann Strauss, El bello Danubio azul. La belleza de las imágenes en la inmensidad de un universo y el progreso tecnológico del hombre, capaz de salir de su planeta cuando hace miles de años era apenas un mono, forman una coreografía a la que el director pone la música más adecuada.





Más acción. Pocas creaciones tan trepidantes y frenéticas como la Cabalgata de las Walkyrias de Richard Wagner (1813-1883). Como sabréis, Wagner fue uno de los músicos idolatrados por el Nazismo -de hecho el propio Hitler fue un pintor y compositor frustrado antes de entrar en el ejército- pero lo cierto es que se mantuvo en la ambigüedad, denunciando la "judeización" del arte en la Alemania de su época, pero conservando buenos amigos y compañeros judíos. En Israel, sus representaciones estaban consideradas tabú, hasta que el director Daniel Barenboim se atrevió a rescatarlo, en 2001. Años antes, el extraordinario director estadounidense Francis Ford Coppola recurrió a la Cabalgata en la delirante "Apocalipse now". Un rodaje de locos realizado en Filipinas, con material bélico del gobierno de Ferdinand Marcos, hasta que éste fue requisado para sofocar una revuelta. La escena del ataque de un pueblo vietnamita con helicópteros es ya un clásico de la historia del cine, que estuvo muy cerca de llevar a la locura al director. Os advierto que las imágenes son tan bellas como crueles.





Como despedida y colofón, la melodía imprescindible en cualquier concierto de Año Nuevo. Si habéis visto en televisión alguna vez el Concierto tradicional desde Viena, cuya audiencia se estima en 1.000 millones de espectadores, os habrá llamado la atención el espectacular final, cuando la orquesta vibra y el público se desmelena y aplaude. Es la llamada Marcha Radetzky, obra también de Johann Strauss hijo. Un momento que pone los pelos de punta a cualquiera. Disfrutadlo. Feliz 2008.