SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 12 de marzo de 2008

PAUL GASCOIGNE, HASTA LA ÚLTIMA GOTA




Lo describen como un "George Best sin cerebro". Paul Gascoigne (Newcasttle, 1967) parecía un brasileño con el balón por el césped, pese a su pinta de inglés cervecero y broncas. Las apariencias no engañaban en este caso. Gascoigne se ha pegado con desconocidos a altas horas de la madrugada, con famosos -el músico Liam Gallagher el último- también a altas horas de la madrugada, con periodistas y con mujeres. Su comportamiento incontrolable, alguna que otra lesión producto de su baja forma y su adicción al alcohol fundieron su talento y su prometedora carrera. Dos imágenes la marcan: la monumental bacanal celebrada durante una concentración de la selección inglesa en La Manga y aquella expulsión en la semifinal de Italia 90 contra Alemania, por dos tarjetas amarillas. Llorando cual bebé tras comprender la ocasión perdida, porque nunca más llegó a disputar otro Mundial. Depresivo, afirmó haber pasado seis semanas como un zombie, anestesiado con cocaína. Ya sin fútbol en sus piernas, sus contínuos intentos y anuncios de rehabilitación terminan en recaídas cada vez más preocupantes. Siguiendo los mismos pasos del gran George Best hacia el abismo.

Publicado en La Región (12-02-2007)