SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 2 de octubre de 2008

NADIE TUMBA A POLI DÍAZ


Policarpo Díaz Arévalo (Madrid, 1968) representa el perfil típico del boxeador sin cabeza: origen humilde -siete hermanos, padre alcohólico, escasos estudios y carne de la calle-, ascenso al estrellato fulgurante -ocho veces campeón europeo del peso ligero, corazón indomable en el ring en sustitución de su pobre técnica, con una ignorancia insultante pero enternecedora entre la afición- y descenso al infierno -tras la derrota contra Whitaker en 1991, incrementó su insostenible tren de vida en una carrera cuesta abajo. Pegó a policías, familiares, famosos y desconocidos. Apodado el "Potro", se comportó como un auténtico pollino. Se adentró en el cine porno para levantar su economía, pero ya estaba dominado por otro caballo, tan salvaje como él. Las imágenes junto a las jeringuillas en el descampado de La Rosilla parecían su ocaso. Lo cierto es que nadie le tumbó en el cuadrilátero y una vez más se levantó en la calle. Rehabilitado, recientemente fue castigado por ¡salvar a un anciano de un atracador! (algo que sólo sucede en España). Ahora trabaja en la construcción el que un día devolvió al país el interés por el boxeo.

Publicado en La Región (08-10-2008)