SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 24 de diciembre de 2008

SEBASTIAN DEISLER, CUANDO EL CUERPO NO ACOMPAÑA


"No juego con alegría, y yo no puedo hacer las cosas a medias". El futbolista alemán Sebastian Deisler (Lörach, 1980) estaba destinado a dirigir otra apisonadora germana en el césped, la del siglo XXI. Pero una conjunción de problemas físicos y psíquicos le obligaron a retirarse, con sólo 27 años. Físicos: su maltrecha rodilla derecha se rompió antes del Mundial de 2002 y repitió poco antes del de 2006, precisamente en su país. En total fueron cinco operaciones, con sus correspondientes y dolorosas rehabilitaciones, en apenas cuatro años. Psíquicos: la impotencia de sentirse inútil y los problemas durante el embarazo de su mujer, la negra brasileña Eunice, le sumieron en una profunda depresión. Así, se perdió la Eurocopa de 2004. A finales de ese mismo año repitió la visita al psiquiátrico, por una crisis de ansiedad y un principio de esquizofrenia. "El Bayern me espía", llegó a declarar sobre su club ante el asombro de los periodistas. Al comienzo del 2007 sufrió una nueva recaída. Desanimado, dueño de una pierna que no podía seguir el mismo ritmo de su cabeza, "Basti" decidió marcharse. Su orgullo le impidió ser un jugador más, del montón.

Publicado en La Región (10-12-2007)