SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 12 de diciembre de 2008

STEVE PREFONTAINE, LA VENGANZA INCOMPLETA


El fondista estadounidense Steve Prefontaine (1951-1975) nunca comprendió eso de llegar en segundo lugar a meta. El cuarto puesto en los 5.000 metros de Munich 72 le hundió, quizá por no correr a su estilo, siempre el primero (¡y que le siga quien pueda soportar su ritmo!). "Pre" trotaba desde pequeño, incluso a medianoche, para inquietud de la policía. Junto al técnico Bill Boweman batió todos los récords de fondo y ganó cuatro títulos universitarios consecutivos con el equipo de Oregon; amén de ser, sin percatarse de la trascendecia, el primer probador de las zapatillas Nike, la futura empresa de Boweman. Rebelde, apasionado, admirado; mantuvo un enfrentamiento con las autoridades del amateurismo por los derechos de los atletas. Vivía en una caravana y se ganaba la vida con trabajos artísticos y manuales. Tal era su espíritu que había renunciado a un contrato profesional para prepararse intenstamente y desquitarse de su derrota. Había previsto el momento de su venganza en los siguientes Juegos de Montreal de 1976. No pudo llegar. El 29 de mayo de 1975 ganó su última carrera. Esa noche falleció en un extraño accidente de tráfico, cuando regresaba de una fiesta por la noche. Nunca correrá solo.

Publicado en La Región (03-12-2007)