SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

martes, 3 de marzo de 2009

KORAC, MEDALLA DE ORO A TÍTULO PÓSTUMO


El gran Wilt Chamberlain metió 100 puntos en un partido de la NBA, allá por 1962. Al otro lado del Océano, Radivoj Korac logró 99, cuatro años después. Korac (1938-1969) conocido como "Zucko" -rubio, en serbio- era un prometedor saltador de altura en Belgrado. Un día de invierno, su preparador le animó a entrenarse con el equipo de baloncesto, para que no se resfriase, entonces le invadió el virus de la canasta. Pronto se convirtió en una máquina encestadora. Corría, machacaba la canasta en los 50 y lanzaba los tiros libres de cuchara. La todavía unida Yugoslavia despegó bajo su liderazgo, derrotando en 1963 a los Estados Unidos. Culto, amante de la Ópera, la Filosofía y el Cine, Korac esperaba el Mundial de 1970, en su país, con mucha ilusión. No llegó. Realizando un adelantamiento rutinario, su coche se empotró contra un autobús. El impacto le arrancó de cuajo de su vehículo y proyectó sobre el asfalto, siendo atropellado por otro coche. Luchó por su vida 20 horas más en el hospital. Yugoslavia le dedicó tres días de luto nacional y el Oro en aquel Mundial que tanto deseaba ganar "Zucko".

Publicado en La Región (21-01-2008)