SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 31 de diciembre de 2010

OÍR, VER Y CALLAR (X)


A BATAZOS POR AMOR


Considerada como una de las mejores películas de béisbol de todos los tiempos (sic) "Los Búfalos de Durham" recrea el ambiente en las llamadas "ligas menores", el escaparate para todos los que aspiran a jugar en la Major League; el cementerio de antiguas estrellas que no se resignan a retirarse.

El ex jugador Ron Shelton, uno de los cineastas más prolíficos en el ámbito deportivo, dirige una sencilla película, centrada en el duelo entre un viejo bateador, Kevin Costner, y un joven, Tim Robbins, por el amor de Susan Sarandon -que ya que estar desesperado-. En la vida real ganó Robbins, ya saben.

Ficha técnica: "Bull Durham / Los búfalos de Durham" (Estados Unidos, 1988). Dirigada por Ron Shelton. 104 min.


EL FÚTBOL ES ASÍ


Parece increíble, cuando Maldini no está viendo uno de los 90 partidos de fútbol que graba por semana -posee cinco antenas parabólicas en el tejado de su casa- incluso tiene tiempo para escribir un libro de anécdotas sobre el balompié, pues no iba a ser de natación. Alguna tan increíble como la de un equipo que alineó a dos porteros, cada uno manco de un brazo, para afrontar un partido.

Julio Maldonado, casado con la ex atleta Maite Zúñiga y habitual colaborador en los medios del grupo Prisa, está considerado el mayor especialista español sobre fútbol internacional, no es extraño. Un libro ameno y siempre sorprendente.

Ficha técnica: "De la naranja mecánica a la mano de Dios". Escrito por Julio Maldonado "Maldini". Editorial Planeta (Barcelona, 2006). 200 págs.

Publicado en La Región (18-12-06 y 08-01-07)

viernes, 24 de diciembre de 2010

UNITED 93


El 11 de septiembre de 2001 estaba a punto de comenzar mis prácticas de conducción en el autoescuela. Recuerdo perfectamente lo sucedido, comía mientras veía al mediodía el Telediario de Televisión Española, el de la eterna Ana Blanco. Parecía un sorprendente accidente de un aviador despistado, quizá de demasiada magnitud, empotrado contra una de las torres gemelas de New York. Podría ser una bomba. El impacto del segundo avión, visto en directo, me estremeció sobre la silla. Algo raro sucedía. No sabía qué. Pero era demasiado extraño pensar en dos aviones accidentados en el mismo lugar, en un día claro sobre Manhattan.

Fue el comienzo del más espantoso atentado terrorista de la Historia. Un momento que, desde luego, cambió el rumbo del planeta y desencadenó todo una serie de acontecimientos. Tuvimos el dudoso privilegio de vivirlo en directo, podremos contárselo a nuestros nietos. Así se escribe la Historia.

El impacto mundial fue tremendo. Pero nueve años después esta sociedad de consumo rápido, de carpe diem, parece haber olvidado lo sucedido. Muy al estilo occidental, nos encanta mirar al otro lado, huir de la realidad y evitar remediar los problemas que nos encontraremos en el futuro. (¿Qué escribir sobre el comportamiento de los españoles durante y después del 11-M? ¿No queríamos saber la verdad?).

Cuatro aviones secuestrados. Cuatro bombas aéreas sin necesidad de robar o trasladar armamento pesado. Un método tan ingenioso como vil que ningún sistema de defensa podría preveer ni evitar. Tengan en cuenta que al menos 5.000 aviones comerciales sobrevuelan los Estados Unidos cada hora. ¿Se puede impedir un atentado en la red ferroviaria española, o en la flota de autobuses urbanos? ¿Se pueden vigilar todos los transportes públicos de un país?

Cuatro aviones. Dos impactaron contra las torres gemelas de New York -imágenes que nadie olvidará ya- un tercero contra el Pentágono y el cuarto, el United 93, fue el único en fallar su objetivo, nada menos que el Capitolio.

¿Qué sucedió en aquel avión? La versión oficial dice que se estrelló en Shanksville, en el estado de Pennsilvania, debido al forjeceo entre los terroristas y los propios pasajeros del avión. Teorías más mundanas afirman que ni cayó en ese lugar ni fue por tal motivo, sino abatido por cazas estadounidenses. Vaya usted a saber. En mi opinión, los pasajeros fueron heroicos en cualquier caso. En el primer supuesto por obvios motivos. En el segundo, porque su sacrificio evitó una catástrofe mayor. Sí, hubiese sido una cruel y dura decisión la orden de derribar el United 93, pero lógica dadas las circunstancias. Estaba en juego la vida de millones de personas contra las 40 del aparato. Seguro que si mi familia estuviese allí no pensaría lo mismo, claro, pero un presidente de Estados Unidos debe dar prioridad al mayor número de vidas.



"United 93", la película que les recomiendo, se basa en la primera versión y reconstruye casi de forma documental lo sucedido en aquel vuelo, relacionándolo con los demás atentados del día más triste en la Historia de los Estados Unidos. No es, en absoluto, un panfleto favorable al gobierno. Desde el comienzo manifiesta la patente descoordinación entre la seguridad civil aérea y la militar en la gestión de la crisis, sin obviar que fue una amenaza sorprendente e impredecible para ambas. En base a esta evidencia, se argumenta que el ejército estadounidense tuvo constancia real del secuestro cuatro minutos después de su caída, los cazas más próximos al avión se encontraban a 100 millas ¡y desarmados! Volando sin un objetivo fijo ni una misión concreta.

El director, Paul Greengrass se basa en los informes oficiales y el testimonio de familiares de las víctimas y responsables del centro nacional de control aéreo para reconstruir lo sucedido aquel 11 de septiembre. Una auténtica lección de coraje de ciudadanos corrientes, quienes percatados de su terrible destino, decidieron hacer frente a los terroristas para tomar el avión, no sin antes despedirse de sus seres queridos.

Greengrass huye del estilo hollywoodiense e intenta explicar lo sucedido con un estilo pragmático, desde el momento en que los terroristas salen del hotel para cumplir su misión suicida. Tuvo la delicadeza de obligar a sus actores a entrevistarse con los familiares de las víctimas, además de ofrecer un pase privado ante ellas y recoger sus opiniones. Curiosamente, la película obtuvo más reconocimiento entre la crítica especializada que entre el público. Supongo, por pasada de moda. Merece la pena verla y no olvidarla nunca.

FELIZ NAVIDAD 2010


Queridos amigos, Feliz Navidad, paz y prosperidad para todos

miércoles, 22 de diciembre de 2010

SUEÑOS (XLVIII): CUANDO LA ESPAÑOLA LUCHA

31 de julio de 1992. Final olímpica de Judo en la categoría femenina de -56 kilos. Palau Blaugrana. La determinación de una mujer llamada Miriam Blasco propicia la primera medalla de Oro española en unos Juegos de verano, tras vencer a la británica Nicola Fairbrother. Miriam se había entrenado para este importante momento cual soldado espartano, junto a su inseparable técnico, Sergio Cardell.

Un mes antes de los Juegos, el entrenador fallecía en un accidente de moto. Hundida, a punto de abandonar, decidió apretar los dientes y competir en su recuerdo. Lo logró. Lágrimas y mirada al techo tras el triunfo, Miriam parecía buscar allí la cara de Cardell para decirle "lo hemos conseguido".



El perfil: Miriam Blasco nació el 12 de diciembre de 1983 en Valladolid. Reside en Alicante y fue senadora por el Partido Popular.

Publicado en La Región (22-10-2007)

lunes, 13 de diciembre de 2010

THURMAN MUNSON, LA MALDICIÓN DE LOS YANKEES


¿Creen ustedes en las meigas? El jugador de béisbol Thurman Lee Munson (1947-1979) era el capitan y lider del equipo de béisbol de Nueva York, los Yankees, uno de los más mitificados en Estados Unidos. Dos veces campeón de liga e implacable ganador, Munson mantenía a su mujer y tres hijos en su Akron natal. Por ello se había comprado una avioneta bimotor Cessna, descubriendo de forma inmediata la pasión por la aviación y un rápido medio para desplazarse y visitar a la familia. Una mañana de agosto, el orgullo de los Yankees se divertía en el aire con dos amigos, cuando perdió el control. El aeroplano se estrelló contra un árbol y cayó al suelo. Los acompañantes pudieron contarlo. Munson se fracturó la columna, razón por la cual no pudo salir del aparato a tiempo. Pereció en una cárcel de fuego, asfixiado por los gases, achicharrado por las llamas. Un terrible final. Entonces se convirtió en leyenda. Años después, los más proféticos recuerdan que otros dos jugadores, Jim Hardin (1991) y Cory Lidle (2006) pertenecieron a los Yankees y murieron pilotando sus propias avionetas. ¿Será la maldición de Munson o cosa de Meigas?


Publicado en La Región (29-12-2008)

sábado, 11 de diciembre de 2010

OÍR, VER Y CALLAR (IX)

UN TORO SUELTO EN EL RING



Apenas contiene 10 minutos de boxeo, pero está considerada como una de las grandes, sino la mejor, del género. "Toro Salvaje" sirvió como rehabilitación al tan genial como autodestructivo y acosado por la droga, Martin Scorsese. También como consagración de Robert de Niro entre el grupo de los grandes actores, capaz de engordar 27 kilos para interpretar la decadencia del boxeador Jake LaMotta.

Rodada en blanco y negro, bajo una atmósfera especial, "Toro Salvaje" se inspira en una conmovedora autobiografía del propio púgil -ya recomendada en esta sección- todo un torrente de emociones incontenibles, si bien la película se queda con una minúscula parte del libro. No se muera sin verla.

Ficha Técnica: Raging Bull / Toro Salvaje (Estados Unidos, 1980). Dirigida por Martin Scorsese. 128 minutos.


LOS REYES DE ORIENTE


El cómic inspirado en las vivencias de la selección española de Baloncesto bañada en Oro en el Mundial de Japón ha sido el tercer libro de no ficción más vendido durante la Navidad. Un encargo urgente y astuto por parte de la Federación Española, el cual un equipo de laboriosos dibujantes -Alfonso Salazar y Christian Suárez- terminaron en un tiempo récord.

Quizá por ello se resienta la calidad y no se exprima todo el jugo que podría ofrecer un trabajo paciente, con un margen prudente de tiempo para capturar un mayor número de matices. La realidad es que ha sido un éxito y rinde justo homenaje a un equipo sin parangón.

Ficha técnica: Big in Japan. Escrito por Luis Felipe Campuzano. Editorial FEB (Federación Española de Baloncesto). Madrid, 2006. 133 páginas.

Publicado en La Región (15-01-2007)

viernes, 10 de diciembre de 2010

Ramaz Kharshiladze vs. Kasuhiro Ninomiya (1976)

Kasuhiro Ninomiya es el tercero de los grandes campeones japoneses que dominaron el peso semipesado (-93 kg.) desde la mitad de los años sesenta a la mitad de los setenta. A diferencia de sus predecesores, Nobuyuki Sato (campeón mundial en 1967 y 1973) y Fumio Sasahara (campeón en 1969 y 1971), Ninomiya no fue campeón mundial en esta categoría; lo fue en la categoría open (la excelencia del judo) en 1973 y subcampeón, en la misma categoría, en 1975, por lo que el mérito es mayor.

Ninomiya se proclamó, además, campeón olímpico en el peso semipesado (-93 kg.) en Montreal 76, frente al soviético Ramaz Kharshiladze, después de este duro combate.



Rokudán

jueves, 9 de diciembre de 2010

KADOUR ZIANI, EL CIELO ES EL LÍMITE

Nunca ha jugado en un equipo federado. Su competición es contra sus propios límites. Kadour Ziani es un francés de ascendencia argelina, con una potencia de salto de 85 centímetros. Se gana la vida realizando exhibiciones de mates y bien podría presentarse a los concursos de la ACB o NBA. No desentonaría.

Comprueben sus cualidades. Dentro de su repertorio me sorprende la capacidad para realizar molinillos saltando por encima de varias personas. Algo nada sencillo cuando el objetivo consiste en alcanzar el aro sin partirse la crisma. El más difícil, en mi opinión, es el de machacar tras realizar una voltereta sobre su eje. Equilibrio, coordinación y piernas fuertes, si bien Kadour insiste en que su secreto reside en la mente. En no imponerse más límites que el cielo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

SUEÑOS (XLVII): LA FUERZA DE DOS ANCIANOS

3 de agosto de 1996. Juegos olímpicos de Atlanta. Intermedio de la final de baloncesto masculina entre las selecciones de Estados Unidos y Yugoslavia, en el Georgia Dome. Dos envejecidas figuras entran en la pista. Juan Antonio Samarach repone de forma simbólica a Muhammad Ali la medalla de oro ganada en la final de boxeo de los Juegos de Roma 1960, la cual el entonces Cassius Clay había arrojado al río Ohio tras sufrir un acto racista. (Hoy se sabe que no fue así, el propio Ali la creía perdida).

Mirada ausente, brazo tembloroso a consecuencia del Parkinson, Ali la recibe en la pista con una sonrisa infantil. Parece insensible, sin consciencia del hecho. De pronto, levanta un brazo, besa a Samaranch, la medalla, y se fotografía con ambos equipos. Últimos detalles de lucidez de un mito del deporte, premiado por otro gigante del movimiento olímpico. Ponen la carne de gallina.

(Pinchar AQUÍ para ver el momento).

El perfil: Muhammad Ali nació como Cassius Clay el 17 de enero de 1942, en Lousville (Estados Unidos). Comenzó a sufrir la enfermedad del Parkinson en 1981.

Publicado en La Región (15-10-2007)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

LOS AÑOS LOCOS DE WILL CARLING


Caballero de la Orden del Imperio Británico, William David Charles Carling (Bradford, 1965) nació en un ambiente privilegiado. Licenciado en Durham, teniente del ejército, a los 22 años fue el capitán más joven de "la Rosa", la selección inglesa de rugby, llevándola a tres títulos del Seis Naciones. Arrogante, capaz de llamar "viejos pedorros" a los directivos de su deporte, en 1995 sufrió durante un partido de la Copa del Mundo el atropello de un camión llamado John Lomu, el portentoso neozelandés le pasó literalmente por encima. ¿Una premonición? Ese año la prensa aireó su romance con la mismísima Lady Di. Un escándalo que suposo el divorcio de su esposa, la implacable presión de los tabloides británicos y un obligo retiro deportivo, en 1997. Después, la humillación pública de ser "uno más en la lista", agravado por la muerte de su madre por cáncer y otro escándalo por mantener un idilio con la ex de un compañero. "Fueron cinco años locos donde perdí la cabeza", confesó después el propio Carling. Nunca se había visto en semejante melé. En apenas un año pasó de héroe a villano nacional. Una muy dura cura de humildad para un joven de noble cuna.

Publicado en La Región (15-12-2008)

domingo, 28 de noviembre de 2010

EL LIBRO TOTAL: LA LITERATURA AL ALCANCE DE TODOS LOS ESPAÑOLES


Para amantes de la literatura. Nuestro compañero sr. Freire nos anuncia la existencia de un maravilloso portal de internet con cientos de obras disponibles con un sólo cosquilleo del dedo índice.

El libro total permite leer ante la pantalla todo tipo de clásicos y obras recientes, regarlárselas a amigos o disponer de la versión en idioma original. Si usted siente que la fatiga le vence, también dispone de la opción de escuchar la lectura sin preocuparse de fijar la vista en la pantalla.

Pasen cuando puedan por ella. Es gratis. Sólo tiene un inconveniente. Sí, nos vamos a morir sin leer todo lo que tenemos planeado. Aprovechen su tiempo, entonces.

El libro total (pinchar)

jueves, 25 de noviembre de 2010

LA GUERRA SECRETA DE HIMMLER (2ª parte)

Himmler, quien debía todo a Adolf Hitler, intentó persuadirle de que en 1944 todavía existía la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los aliados, pero pronto comprendió que la mente del líder, obsesionado con la URSS, está en otro mundo. El desembarco de Normandía terminó por desquiciarle. Entonces, según la documentación del autor, pareció acceder a intervenir en un golpe auspiciado por terceros (Doc nºFO800/868). Los hechos parecen confirmar la teoría de que el propio responsable de las SS esperaba agazapado la muerte del Führer. Recordemos: En junio de 1944 Hitler nombró Jefe del ejército de Reemplazo a Von Stauffenberg, miembro del Círculo de Kreisau. El "Círculo" fue una organización secreta integrada por militares y alemanes influyentes, la cual mantuvo contacto con los servicios de espionaje británicos y había perpetrado ya dos intentos de atentado sin éxito contra líder para provocar un golpe de estado. Todos los ascensos pasaban por el filtro de las SS, y el autor considera imposible que Himmler no supiese las inclinaciones y movimientos de Stauffenberg.
Otro dato curioso, el plan del Círculo de Kreisau -la llamada Operación Walkiria- pretendía eliminar a la vez a Hitler, Himmler y Göring, tomando el control del país al servirse del sistema de emergencia nacional ya estructurado. Sin embargo, Himmler no asistió a ninguna reunión del Alto Mando durante todo el mes de julio de 1944, rompiendo sin mayor explicación una costumbre invariable desde el comienzo de la guerra. El tercer hecho sospechoso sucedió el mismo 20 de julio de 1944 que pudo cambiar la Historia. Stauffenberg hizo explotar la bomba a las 12,41 horas. Himmler se presentó poco después en el lugar de los hechos, donde comprobó que Hitler había sobrevivido de forma milagrosa al atentado. De inmediato recibió la orden de aniquilar la rebelión, pero no movió un dedo hasta las ocho de la noche -ningún detenido- hasta que tuvo la certeza del fracaso total del golpe. Entonces desplegó una purga sangrienta y fulminante, que eliminó la estructura del Círculo y a un número no inferior a 500 personas, relacionadas o no con el golpe.

Martin Allen está convencido de que Himmler tenía previstos dos movimientos. En caso de la muerte de Hitler, el apropiarse del poder como segundo al mando, y negociar la rendición con los aliados. En el caso contrario, aparentar fidelidad, aniquilar a la oposición y mantener sus contactos con el servicio secreto británico. Resulta paradójico que persiguiese con tanta saña a quienes practicaban su misma estrategia. Y ésta se mantuvo hasta el final. 

En agosto de 1944, miembros de las SS se reunieron en Estrasburgo con los más grandes empresarios alemanes, pactado la dispersión de las riquezas del Reich en el extranjero -Suiza, España, Argentina y Paraguay- donde se prepararía el renacimiento tras la posguerra. Se bautizó como "Operación Amanecer", si bien los aliados recuperaron gran parte de lo acumulado. 

Los intentos de Himmler se repitieron en el invierno de 1944 y la primavera de 1945, llegando a ordenar el cese de los campos de exterminio judío a espaldas de un ya paranoico Hitler. El lugarteniente, desesperado, intentó presentarse como un "moderado" ante británicos y estadounidenses. Desconocía que ya está sentenciado. El mismo día del cumpleaños del Fürher, el 20 de abril de 1945, adoptó medidas desesperadas: transmitió un mensaje de rendición al propio general Eisenhower, ofreció a los aliados documentos secretos incautados a los soviéticos a cambio de un exilio en Suecia. Truman y Churchill, en virtud de su pacto con Stalin, respondieron de forma negativa y el correo llegó a Hitler quien, decidido a sacrificar a toda su nación por la causa, montó en cólera como nunca se le había visto en el búnker de Berlín. 

La traición de su más fiel consejero fue una puñalada que quizá le devolvió la lucidez. Todo está perdido. Entonces tomó la decisión de suicidarse, no sin antes ordenar al general Greim, jefe de la Luftwaffe, la detención de su otrora fiel compañero. La misión no se llevó a cabo, porque Himmler estaba bien protegido por su guardia pretoriana, los fanáticos y bien preparados Waffen SS.

Hitler se suicidó -aunque existen corrientes que dudan de esta versión oficial- el 30 de abril. Los hechos se precipitaron desde ese momento. El 5 de mayo su sucesor, Dönitz, firmó la rendición incondicional ante Montgomery. Por su parte, Himmler y sus fieles actuaron de incógnito e intentaron pasar del sector controlado por los británicos al sector estadounidense, en busca de asilo político. 

El 23 de mayo fueron detenidos en un puesto de control inglés. Las crónicas del momento registraron que el segundo hombre más importante de la Alemania nazi se suicidó tras un reconocimiento médico, ingiriendo una de las famosas cápsulas de cianuro camufladas en un diente que poseía todo el alto mando nazi. El autor y quien esto escribe dudamos de tal posibilidad, cuando menos. Aunque preso, Himmler era la pieza de caza de más importante del antiguo régimen, de incalculable valor para los aliados por su información. Resulta difícil pensar que quien tanto había luchado y tanto se había rebajado por su seguridad personal tomase la siempre difícil decisión de terminar con su vida. De hacerlo, sería más razonable antes de dejarse capturar por el enemigo. No hubo autopsia, ni testimonios a la prensa de los presentes en su deceso. Su cuerpo fue enterrado en algún fosa común de algún paraje de Lüneberg, sin dar más explicaciones. 

Martin Allen aporta otros dos documentos que respaldan esta conclusión. Uno con nombre clave de "Operación Little Foxley", que consistía en el asesinato inmediato de mandatarios nazis capturados por parte del ejército británico. En el informe figuran los nombres de Goebbels, Otto Skornezy u Ottor Remer. No sería extraño que Himmler, con quien se mantuvo una intensa relación que podría escandalizar a muchos, fuese otro de los señalados. Allen encontró entre la documentación del Archivo histórico otro misterioso telegrama, fechado el 24 de mayo de 1945, a las 2,50 horas, cuatro después del fallecimiento de Himmler. Y dice: "Conseguimos interceptar a HH anoche en Lüneberg antes de que fuese interrogado. Conforme a las instrucciones, se tomaron medidas para silenciarlo definitivamente. Dí orden de que mi presencia allí no quedara registrada de ningún modo y podemos concluir que el problema HH está zanjado". (doc. FO 800/868).

Fin al problema, comienzo del misterio HH. Después de casi 450 páginas, Martin Allen concluye, según los datos del archivo de Kew, que el servicio secreto británico intentó camelar primero al propio Hitler, después a su segundo Heinrich Himmler, como estrategia de desestabilización, ocultando esta operación a sus compañeros de bando. Una vez precipitada la caída del Reich, el segundo objetivo fue eliminar todo vestigio de pruebas, materiales y humanas, que pudiesen hacer pública la relación con la Alemania nazi, por temor a la opinión internacional. 

Algo hay de cierto. Tras la publicación de este libro en 2005, el Archivo Nacional declaró vedados varios de los documentos sobre los que se sostiene la obra, clasificándolos después como "originales alterados", es decir, falsificaciones. ¿Quién se fía del servicio secreto de un país? Yo, desde luego, no. Puede que dentro de unas décadas, así que pase el tiempo, sepamos algo más sobre éste y otros misterios de la tan terrible como apasionante -vista desde la distancia, claro- II Guerra Mundial. Lean, reflexionen y opinen. Y recuerden que si buscan la verdad corren el riesgo de encontrarla.

MÚSICA, SIN MÁS (LXX): VOGUES Y RASCALS



miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA GUERRA SECRETA DE HIMMLER (1ª parte)

"La guerra secreta de Himmler" (Tempus, 2006) es una apasionante investigación de Martin Allen sobre uno de los enigmas de la II Guerra Mundial, las conversaciones secretas entre el "fiel" ayudante de Hitler y los aliados durante toda la contienda, muchas de ellas a espaldas del propio Führer. No se trata de vagas suposiciones del autor, sino del acceso a documentos secretos de los servicios británicos -en el Archivo Nacional de Kew- de cuya monumental información todavía falta mucha por desvelar. Y por asombrarnos. ¿Y quién fue Heinrich Himmler? En 1943 el segundo hombre más poderoso del III Reich. Ministro del Interior, Jefe de las SS (Schutztaffel), Jefe, a su vez, del ala paramilitar (Waffen-SS); máximo responsable del servicio de Inteligencia (Sicherheitsdients, el SD), de la policía nacional y la policía secreta (Gestapo); además de supervisor de los campos de concentración. Hitler era la inspiración, el motivador del régimen nacional socialista. Himmler era el cerebro.

Todo un logro para el segundo de los tres hijos de un profesor alemán cómodamente instalado en Múnich, tutor del príncipe Heinrich de Baviera, por quien el futuro jerarca nazi recibió su nombre. Heinrich Himmler nació en 1900, fue un niño enclenque, negado para los deportes, poco atractivo y sin cualidades para las relaciones sociales. Poseía un buen cerebro y excelente facilidad para los estudios, también despertó una gran pasión por la mitología y la historia germana, muy inculcada por su padre. No llegó a participar en la gran guerra, quedándose sin la cruz de hierro al mérito que tanto envidiaba de su hermano mayor. Completó los estudios universitarios en agronomía y llegó a trabajar en una granja, donde apenas soportó unos meses la exigencia del campo. No era lo suyo. Pronto despertó simpatía -para pesar de su padre- por el partido nacional socialista alemán, siendo reclutado en 1922 por Ernst Röhm, el jefe de las SA o camisas pardas (Sturmabteilung). Favor que le devolvió años después pasando a cuchillo a toda su organización, tras una sibilina conspiración. Himmler no poseía cualidades para la oratoria, para emocionar a cientos de miles de personas en directo, como Adolf Hitler. Su "talento" consistía en manejarse como nadie en los suburbios del poder, en el control total del aparato y todas sus ramificaciones, en el trabajo sucio y silencioso de eliminación de la oposición. Frío, insensible, astuto, Hitler pronto encontró en él a un fiel aliado en el ascenso al poder.

Martin Allen comienza su relato en los prolegómenos de la II Guerra Mundial, el 8 de septiembre de 1939. Al contrario de lo que muchos piensan, Hitler sopesaba mucho sus decisiones. La de invadir Polonia le mantuvo varios días en vela, porque este movimiento podría traer graves consecuencias. Finalmente se decidió, confiando en las palabras de su ministro de Exteriores, el peculiar von Ribbentrop. "Francia e Inglaterra no entrarán nunca en conflicto", le insistió una y otra vez. Alemania invadió Polonia, la URSS lo hizo por Oriente. Francia e Inglaterra declararon la guerra. Es famoso que Hitler, tras enterarse de la respuesta, dirigió una mirada salvaje a su ministro y pronunció la frase "¿Y ahora, qué?". Pocos lo hubiesen augurado entonces, pero era el principio del fin de la Alemania nazi. Hitler pretendía un enfrentamiento con su enemigo natural, tan similar a su régimen y con el cual había pactado la eliminación de las respectivas oposiciones, la Unión Soviética. No le interesaba en absoluto mantener un frente en occidente. Por ello intentó firmar la paz con los aliados desde octubre de 1939. El autor presenta al menos 16 tentativas de tregua entre 1939 y 1941, comandadas por el propio Führer, a través de Himmler. Están documentadas y registradas en los archivos del servicio secreto británico, en el informe Doc nº FO371/26542. Pero ni el primer ministro británico Neville Chamberlain ni su ayudante Lord Halifax confiaban ya en quien tanto les había humillado. Entre 1941 y 1942, ya en medio del conflicto, Hitler insistió en alcanzar un acuerdo. Sus movimientos, siempre de carácter de alto secreto, se realizaron a través de Himmler, quien a su vez se sirvió de personalidades de origen germano o aparentemente neutral con contactos influyentes en el otro bando. El propio Ministro de Exteriores alemán desconocía tales intentos, pues se le veía como un estorbo. "No hay solución mientras ese idiota de Ribbentrop aconseje al Fürher", decía Himmler.

Al otro lado del Canal de la Mancha estaba ya al mando el carismático Winstown Churchill. Una vez conocida la postura de Hitler hizo buena la frase de Marguerite de Valois, reina de Francia en el siglo XVI: "Plaza que parlamenta está medio conquistada". Churchill fue muy astuto y jugó sus bazas en un momento crítico para Inglaterra. En primer lugar, sabía que una guerra con dos frentes era un desgaste insoportable a largo plazo para cualquier potencia. En segundo, era consciente de que la inminente entrada de los Estados Unidos daría un giro radical a los acontecimientos. "Pese a ser incapaces de vencer en Europa, podríamos ganar una guerra mundial", indica el informe Doc nºFO 898/306 escrito por Rex Leeper. El primer ministro británico y su servicio secreto diseñaron entonces una maquiavélica estrategia de incierto resultado. Hacer creer al servicio secreto alemán, a los propios Hitler y a Himmler, que estaban dispuestos a firmar la tregua a cambio de varias compensaciones. Establecer un entramado que sembrase la discordia en Alemania entre los partidarios de prolongar la guerra y los que no. El objetivo era provocar la inestabilidad en el gobierno nazi. La verdadera postura inglesa se revela en otro documento de alto secreto. "No se negocia la paz, ni siquiera impuesta por Inglaterra, con ningún grupo hasta que Alemania sea aplastada. Es una cuestión de ellos o nosotros. O el Reich Alemán o este país tienen que irse a pique. Toda posibilidad de compromiso ha desaparecido, y la lucha tiene que ser hasta el final" (sir Robert Vansittart, consejero del Foreign Office). Doc. nº FO371/24408.

Antes del invierno de 1942, Hitler, quizá llevado por su intuición, por los buenos resultados militares y los infructuosos resultados de varias tentativas, abandonó de forma definitiva la idea de firmar una paz en el frente occidental. Aquí comienza la parte más apasionante del libro. Porque Himmler, temeroso ya del futuro del régimen, decidió buscarla por su cuenta, a espaldas del hombre más poderoso de Alemania. El segundo al cargo estaba plenamente convencido de la inminente derrota de su país y creía fundamental construir una etapa de transición ¿con sin Hitler? Era probable que los aliados no admitiesen al Führer en la misma, como encarnación del régimen nazi. Quizá él podría ser el nuevo líder, una aspiración que el aparentemente gris Heinrich Himmler parecía albergar en su interior. Con este ingenua idea, Himmler se jugó el pellejo confiando en su fiel delfín, Walter Schellenberg, estableciendo contactos con los aliados a espaldas de Hitler, quien sólo contemplaba ya la derrota del enemigo, inmerso en una espiral que le hará confundir fantasía y realidad. Los resultados llenarán de razón al jefe de las SS: masacre en Stalingrado, pérdida del norte de Africa, humillación en Kursk, rendición de Italia... Mientras, el servicio secreto británico, con Churchill en la recámara, se entregó a un doble juego muy peligroso. Por un lado aceptó las conversaciones e insinuó a los enviados de Himmler que éste debía dar un golpe de Estado y derrocar a Hitler. Por otro, intentó que su aliado Estados Unidos no esté al corriente del hilo directo que mantenía con la cúpula nazi, ya que un hipotético acuerdo entre Himmler y Roosevelt podría terminar en una rendición pactada, el reestablecimiento de las fronteras anteriores a 1939 y el ahorro de los millones de muertos que supuso la invasión de Europa. Para Inglaterra, la guerra debía prolongarse hasta la total eliminación del nazismo. Costase lo que costase. Y vaya si costó. (La Guerra Secreta de Himmler / 2º parte)

domingo, 21 de noviembre de 2010

MOURINHO-PRECIADO, LA MALA EDUCACIÓN


Los medios de comunicación deportivos españoles están encantados con el actual entrenador del Real Madrid de fútbol, el portugués José Mourinho (Setúbal, 1963). A Mourinho le precede un palmarés excepcional. Es un entrenador muy preparado, decidido, un excelente motivador capaz de transmitir a sus pupilos y afición una fuerte y ganadora personalidad.

Una de sus principales estrategias consiste en crear un foco de atención ajeno a sus jugadores, librándoles de la presión habitual de la prensa y la grada, que recae de forma íntegra sobre sus hombros. Mientras periodistas y aficionados discuten sobre el buen o mal estado del césped del Bernabéu, si Mou debe entrenar o no a Portugal, si fue expulsado injustamente o no; su equipo va superando objetivos centrándose en ganar partidos.

Pero la estrategia tiene riesgos y no siempre sale bien. hace unos días, en víspera del Gijón-Madrid, el luso hizo unas gravísimas declaraciones contra su colega Manuel Preciado. Insinuó que se había dejado perder en el partido del Sporting contra el Barcelona, lo cual además supone un insulto para los reservas del equipo asturiano. Preciado mordió el anzuelo y dobló la apuesta, llamando "canalla" al portugués y retándole a presentarse en el Molinón, cual matón portuario. Mourinho ya había puesto el tenderete. Los medios, favorables y hostiles, se frotaron las manos, una vez más.

La broma pudo costar muy cara. El Real Madrid ganó un partido que por momentos se puso imposible e incluso pudo costar alguna lesión grave de algún jugador importante. El rival salió más motivado y dolido de lo que ya se esperaba, empleándose con una especial saña. Ese impulso extra fue suministrado, de forma indirecta, por el entrenador especialista en desviar la atención sobre sus jugadores. Provocó que el rival superase sus propias limitaciones para rendir por encima de su nivel.

Por si fuese poco, al término de partido y según diversos testimonios, ambos técnicos protagonizaron un bochornoso episodio en el aparcamiento del estadio. Uno gesticulando con los dedos y otro arrojando una botella al autobús del rival. Lamentable. Al igual de la posición de ambos clubes, defendiendo a sus entrenadores a capa y espada o, lo que es más sonrojante, el papel de los medios de comunicación, quienes en lugar de censurar a los protagonistas, en base al sentido común y la responsabilidad, se han dedicado a tomar parte por uno de ellos. ¡Qué país!

Bonito ejemplo para los niños, quienes hoy en su mayoría prefieren ser futbolistas a médicos o arquitectos. Bonito ejemplo para los aficionados, incitándoles a comportarse como borregos en la grada. Bonita muestra de lo que era un club reconocido por su señorío y saber estar, llamado Real Madrid.

Antes, semejante comportamiento merecería una llamada al orden inmediata. Ahora, necesitados de victorias, todo lo que haga Mourinho está bien. Actitud sorprendente cuando hace unos meses su antecesor en el cargo era vilipendiado por cualquier razón, ajena o no a su cometido. Ser competitivo, ganador, agresivo, no está reñido con el saber estar, la nobleza, la educación, la imagen que un club tan grande como el Real Madrid debería cuidar.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Parkour, de locos está el mundo lleno

Una de las últimas tendencias urbanas -y también rurales- que hace furor es el Parkour. ¿Y qué es el Parkour? Primero les invito a ver este vídeo y después reproduzco la definición oficial en wikipedia. Conclusión: el mundo está lleno de locos.



Parkour, también conocido como l'art du déplacement (en español: el arte del desplazamiento), es una disciplina o filosofía que consiste en desplazarse de un punto a otro lo más fluidamente posible, usando principalmente las habilidades del cuerpo humano. Esto significa superar obstáculos que se presenten en el recorrido, tales como vallas, muros, paredes, etc. (en ambientes urbanos) e incluso árboles, formaciones rocosas, ríos, etc. (en ambientes rurales). Esta disciplina puede ser practicada en áreas tanto rurales como urbanas. Los practicantes del parkour son denominados como traceurs (traceuses en el caso de las mujeres).

Los practicantes más experimentados coinciden en que el Parkour es una filosofía. Claro está que no hay una filosofía específica y rígida para el arte en concreto, sino que para cada uno significa una cosa distinta. Para unos puede ser simplemente un deporte con el que se entretienen, pero lo viven; y para otros su vida gira en torno a él, otros pueden sentirlo como un arte con el que se expresan, y para otros es una filosofía de autosuperación, o de andar caminos diferentes al del resto de la gente, etc.

Debemos tener en cuenta que un buen traceur nunca molesta a la gente o al entorno, nunca pone en peligro su propia vida si no está seguro de que conseguirá cierto salto y nunca compite contra otras personas.

Como el parkour no es competitivo, simplemente es individual, algunos traceurs optan por hacer "reuniones" masivas en las que se muestra a los demás traceurs el progreso, la técnica y otras características, aunque normalmente no se hace. Se suele hacer un recorrido y cada uno opta por hacerlo de una manera propia. Estos encuentros suelen llamarse entre los practicantes: RT.

El objetivo del parkour es el movimiento libre y fluido. No existe ninguna regla en el parkour, simplemente un espíritu de autosuperación. Su lema es: “Ser y Durar”. Esto significa que el traceur no tiene que ponerse en peligro e ir superándose cada día, y no debe competir ni intentar superar a los otros, también tiene que confiar en sí mismo, y no tener miedo, sin ponerse en peligro.

martes, 16 de noviembre de 2010

FLY WILLIAMS, VOLAR SIN RUMBO


Las calles de Brooklyn han dado al mundo genios del baloncesto. James "Fly" Williams (Brownsville, 1953) fue la fuente de inspiración del grupo funky que lleva su apodo y apellido. También la de un jovencito Mike Tyson, quien buscó a su héroe de la infancia sin descanso por las calles neoyorkinas. Hijo de una humilde familia, pésimo estudiante, "Fly" se embarcó en el más loco equipo de la más loca liga de baloncesto, el Saint Louis de la ABA, en 1975. De allí salió sin dientes, por diferencias irreconciliables con los compañeros. Al final terminó en su hábitat natural, la calle. El Rolls dorado y los abrigos de visón duraron lo que su crédito. Genio en la cancha, su intrépido ritmo de vida desembocó en las drogas. La cocaína y su loca cabeza lo convirtieron en un vagabundo. Las deudas por trapicheos, en un blanco fácil. Así encajó varios disparos, en 1987. "En ese momento ví las puertas del infierno", confesó. Tocado en el hígado, pulmón y estómago, se desintoxicó en la cárcel, tras una penitencia de 10 años. Hoy se redime enseñando a los jóvenes a volar con rumbo. Para que no caigan en los errores de su émulo, Mike Tyson.

Publicado en La Región (08-12-2008)

jueves, 11 de noviembre de 2010