SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 27 de mayo de 2010

SEAN TAYLOR, CUANDO ASENTABA LA CABEZA


El jugador estadounidense de fútbol americano Sean Taylor (1983-2007) no parecía hijo de policía. Tras firmar un contrato de 18 millones de dólares en la liga profesional NFL comenzó a protagonizar incidentes: fiestas sin freno, detenciones por conducción ebria, multas por vulnerar las normas de la competición -incluído un escupitajo a un rival- 18 meses de libertad condicional por liarse a tiros en plena calle... Una prometedora carrera. En el año 2006, el nacimiento de su hija Jackie causó un cambio radical en su comportamiento. De díscolo y pendenciero pasó a ser padre ejemplar y orgulloso. No pudo disfrutar mucho su nueva vida y privilegiada posición. El 27 de noviembre de 2007 cinco jóvenes, de edades entre los 16 y 20 años, asaltaron por la noche su casa de Miami. Sean dejó mujer e hija bajo la cama y salió al encuentro con un machete, sus 1,88 metros y 95 kilos de puro músculo. Un disparó le perforó la arteria femoral, los ladrones huyeron y él quedó desangrándose en el suelo del salón, mientras su familia temblaba escondida, sin saber su situación. Cuando se percataron, ya era tarde. Falleció en el hospital, justo cuando ansiaba vivir más que nunca.

Publicado en La Región (22-09-2008).