SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 17 de mayo de 2012

FIDEL CASTRO, EL PODER ABSOLUTO E INSUFICIENTE


Fidel Castro Ruz. ¿Cómo explicar la figura de uno de los personajes claves en la historia del siglo XX, capaz de poner al mundo al borde de la destrucción nuclear? Quizá se pudiese describir con una anécdota en su etapa escolar, cuando el joven y atlético Fidelito se vio perdedor en una carrera de bicicletas no encontró otra solución que estrellarse contra un muro. El ‘accidente’ restó toda la atención del público en el ganador y la centró sobre el herido. Ése es Fidel Castro. El hombre que desde pequeño ansiaba acaparar el poder total, ser el epicentro universal y sentir la total adulación de las masas. Comandante en Jefe de una de las dictaduras más longevas del mundo.

Norberto Fuentes (La Habana, 1943) no opinará lo mismo. Él está convencido de que Castro se forjó con la vida. El escritor cubano es el autor de esta magnífica obra que recomendamos: ‘La autobiografía de Fidel Castro’. Como su título indica, Fuentes asume la personalidad del dictador para relatar su apasionante peripecia en el camino hacia el poder, desnudando a un personaje que tan bien conoció, gracias a los muchos años transcurridos entre su círculo más íntimo, hasta su defenestración y encarcelamiento tras una de las numerosas purgas cubanas.

La literatura de Fuentes es fresca, salvaje, caribeña, rica en detalles eróticos e ironía. En mi humilde opinión quizá sobre más de alguna línea entre las 890 páginas del primer volumen -‘El Paraíso de los Otros’- y las 1.425 del segundo, cuyo título es la descripción más breve y sencilla de la personalidad fidelista, ‘El poder absoluto e insuficiente’. En todo caso, es un trabajo fundamental sobre historia de la Revolución cubana y de su máximo líder, documentada con archivos y fotos inéditas, propiedad del autor.

Fuentes se introduce en el alma, se viste con la piel de Fidel y nos traslada hasta sus orígenes. Nacido de la unión de un latifundista de origen gallego y de una santera que entró en la casa como criada y terminó como primera dama. Ella pensaba que su hijo estaba predestinado para el éxito y no le falló la corazonada.

Continúa con su etapa escolar, universitaria y su deriva revolucionaria. “Yo quiero conquistar la fama, la gloria”, había confesado a sus amigos. Conoceremos sus primeras experiencias sexuales sin obviar detalles, su etapa de pistolero y agitador político, sus influencias filosóficas, sus desastrosos proyectos empresariales, los primeros ensayos revolucionarios en la República Dominicana y el ‘Bogotazo’ de 1948, su falsa filiación comunista –por mucho que se empeñen en certificarla sus hagiógrafos- y su innata capacidad para reptar entre los callejones que llevan al poder por el camino más oscuro.

Las complejas relaciones familiares, los desastrosos asaltos al Cuartel de Moncada, el desembarco-naufragio del ‘Granma’ más la caótica guerrilla en la Sierra Maestra, que hubiese terminado en masacre de no ser por la inutilidad y corrupción del ejército de Fulgencio Batista, también son tratados en profundidad. El triunfo y asentamiento de la Revolución, los meses que mantuvieron en vilo al mundo bajo la ‘Crisis de los Misiles’, la relación amor-odio con la Unión Soviética y la supervivencia tras el derrumbe de ésta… Son apartados apasionantes por la cantidad de anécdotas reveladas.

No saldrán bien parados otros clásicos de la Revolución. De Raúl Castro, hermano y actual líder supremo, se desvelan sus inclinaciones homosexuales y su afición por las ejecuciones y fosas comunes, en dura pugna con el ‘Che’ Guevara. El revolucionario argentino era despreciado por la mayoría de compañeros de lucha, poco amigo de la higiene y fue utilizado de forma maquiavélica por Castro. Primero lo sacó de Cuba tendiéndole una trampa, después lo abandonó en Bolivia a su suerte y hoy disfruta de los beneficios por el rendimiento de su imagen. La lista de nombres es inmensa, y de todos ellos surge una pincelada de su personalidad. El apunte sobre el carismático Camilo Cienfuegos es interesante, pues según se desprende de lo escrito por Fuentes, su desaparición fue un accidente aéreo y no un asesinato premeditado, como afirma Carlos Franqui en su obra Camilo Cienfuegos (Seix Barral) 2001, Barcelona. Después de todo lo leído sobre Castro cuesta creerlo, la verdad.

El orden cronológico no es la mejor cualidad de Fuentes. Donde mejor se mueve es la disección del impresionante entramado secreto diseñado por Castro,  ya mucho antes de su llegada al poder. Una de las grandes virtudes del dictador consiste en saber adelantarse al resto, prever el rumbo que tomarán las cosas y saber variarlo adaptándose a cualquier tipo de viento. Otra, su astucia en el diseño de la propaganda y el control de las masas. Es un dignísimo sucesor de Goebbels. La base se cimenta en la idea del “enemigo permanente”, una excusa para mantener el estado de emergencia y justificar la militarización de toda la sociedad.

Castro ha construido la cárcel perfecta. Arriba, el cielo. Alrededor, el mar. No hay posible escapatoria del Gran Hermano cubano, que posee un espía en cada casa llamado CDR (Comité en Defensa de la Revolución). Dispone de un servicio secreto eficaz, capaz de editar vídeos pornográficos de todos los políticos y personalidades que visitan la isla, con el fin de comprar su silencio o su adhesión. Su Dirección General de Inteligencia trabaja sin descanso en la intoxicación informativa y acercamiento a personalidades y movimientos internacionales que se traguen el cuento cubano. Castro también cuenta con un sistema de seguridad personal que comprende al menos tres anillos de protección, nunca duerme dos veces en la misma cama y guarda todos los documentos de alto secreto en un búnker, con dinamita suficiente para volar en pedazos si se diese el caso de una invasión extranjera, ya que un golpe de estado parece inviable.

Como todos los dictadores, Fidel tiene ese aire mesiánico que le confiere la inmensa fortuna de no haber muerto después de jugar con tanto fuego. Después de sus fallidos golpes, de la guerrilla en la Sierra Maestra, de la invasión de Bahía Cochinos y de sobrevivir a infinidad de atentados. También desprende ese amor por el prójimo de quienes viven en el pedestal. No dudó en sacrificar Cuba entera si esto suponía que la URSS entrase en conflicto nuclear con los Estados Unidos en la Crisis de los Misiles. Cuando Nikita Kruschev optó por el teléfono rojo en lugar de atacar -en realidad, la amnistía para una Cuba aniquilada por las primeras cabezas nucleares- el Comandante montó en cólera. Otro de sus disparates fue el plan para triplicar la población cubana y pasar de los siete millones de Cuba en los años sesenta a 20 para oponer un tremendo ejército al eterno enemigo yankee. Una forma de pensar que iguala sus neuronas a las de Hitler y Stalin.

Curiosamente, mientras Trujillo, Sadam Hussein, Gadaffi, Ceacescu o nuestro cercano Franco son considerados como dictadores sin escrúpulos, Fidel Castro permanece como héroe de una izquierda ciega y tipo simpático para una gran parte de la población mundial, anestesiada con las ideas de educación gratuita, sanidad universal o cruel bloqueo que exporta Cuba. Esa es su mayor victoria, así como la de mantenerse en el poder durante más de 50 años, sobreviviendo a 11 presidentes de Estados Unidos y al hundimiento de todos los regímenes comunistas, salvo la monarquía comunista hereditaria de Corea del Norte. Como diría algún analista político –y perdónenme por el vocabulario-  “Castro es un auténtico cabrón, pero un muy astuto cabrón”.

Norberto Fuentes explica al lector  el sentido de su obra:


Dos interesantes propuestas para el verano que comienza:

Fuentes, Norberto: ‘La Autobiografía de Fidel Castro / El Paraíso de los otros’ (Volumen I). Editorial Destino. (Barcelona, 2004). 890 páginas.

Fuentes, Norberto: ‘La Autobiografía de Fidel Castro / El poder absoluto e insuficiente’ (Volumen II). Editorial Destino. (Barcelona, 2007). 1.425 páginas.