SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 10 de agosto de 2012

DEJARSE PERDER


Sobre el último partido de la selección española de baloncesto contra Brasil sólo caben dos posibilidades. La primera es que el equipo de Scariolo se dejase perder para evitar a los Estados Unidos en una posible semifinal. Si fuese así sería una opción moralmente deleznable e incluso fatal, porque tanto Francia, como Lituania o Rusia podrían vencer a esta irregular y confiada España antes de lo previsto. 

La segunda posibilidad es que nuestra selección perdiese por méritos propios. Entonces la conclusión tampoco sería positiva, porque confirmaría el tibio momento de juego del equipo. Comienza avasallando en el primer cuarto, se relaja a partir del segundo y después se juega el partido en un final incierto. Así no llegaremos muy lejos. 

Estados Unidos es un equipo atléticamente impecable, pero no es invencible y sí débil bajo el aro. España podría ganarle rayando la perfección, en un amistoso, en cuartos, semifinal o en la final. Podemos escapar de ellos hasta la final, o ir a la guerra toque cuando toque. Apostemos siempre por lo segundo y confiemos en esta privilegiada España.

Publicado en La Región (8-VIII-2012)