SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 2 de julio de 2014

'DUM-DUM' PACHECO, UNA VIDA PLENA


‘Dum-dum’ es la bala estriada que penetra y destroza al salir del cuerpo. El periodista Julio César Iglesias bautizó así al boxeador madrileño José Luis Pacheco (1949). Su vida no cabe en estas líneas y apenas en su biografía de título descriptivo: 'Mear sangre'. Pandillero, ladrón, matón… A los 14 años se apuntó al gimnasio. A los 16 ya entró en la cárcel como miembro de pleno derecho. Ni las palizas dominaron a este huracán. Salió a tiempo para ver morir a su hermano y matar a disgustos a su madre. Imparable en el ring, fue campeón de España y de Europa. También fuera de las cuerdas y a su manera, porque las mujeres y el alcohol le impidieron pelear por el título mundial. En 1982 estampó ebrio su coche contra un camión. Le dieron por muerto. Salió adelante con 30 clavos y cuatro placas por el cuerpo, y continuó boxeando hasta 1987. Divorciado, retirado, arruinado, se alistó en La Legión, donde asentó su ‘Santísima Trinidad’: Franco, Hernán Cortés y Elvis Presley. Salió de allí con honores, trabajó de vigilante de seguridad y hoy es actor. “La gente me dice que me quiten lo bailao, pero pude haber bailao lo mismo con más cabeza”, reconocía esta bala estriada.

Publicado en La Región (18-01-2010)