SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 2 de mayo de 2014

RUBIN CARTER, QUE EL HURACÁN NO NOS ROBE LA VERDAD



LA VERSIÓN 'OFICIAL'
Ha muerto Rubin Carter. A los 76 años, por un cáncer que él se negó a tratar con quimioterapia. Carter fue un boxeador conocido como ‘Huracán’, si bien tuvo más relevancia tras ser acusado de un triple asesinato y penar casi 20 años en la cárcel.

Los defensores de Carter lo califican como una víctima más de la sociedad de Estados Unidos. De origen humilde, a los 11 años salvó a un amigo de un pederasta y fue internado en un correccional. Se escapó a los 19 e ingresó en el ejército como paracaidista, convirtiéndose al Islam y superando una acusada tartamudez. Regresó, cumplió el resto de la condena, acosado por un vengativo policía, se casó y tuvo un hijo.
También encontró en el boxeo un medio para desahogar su frustración.

Su carrera era tan ascendente que apuntaba a la corona de los pesos medios. Propinó una paliza al gran Emile Griffith y, en 1964, se midió al campeón, Joey Giardello. Tras 15 asaltos de superioridad, los jueces no permitieron que un negro ganase a un blanco y le robaron el combate.

En 1966 se encontraba en un bar de Paterson (New Jersey) de madrugada cuando un fan llamado John Artis le reconoció y se prestó a llevar a casa. Pero en el camino fueron detenidos por la policía y acusados de un triple crimen salvaje perpetrado en otro local de la ciudad. Tras una investigación fraudulenta y sospechosa, ambos fueron condenados a cadena perpetua en 1967. Su caso despertó el apoyo de intelectuales y famosos. Muhammad Ali proclamó su inocencia y Bob Dylan le dedicó la famosa canción ‘Hurricane’ del disco ‘Desire’ de 1975. En 1976 se reabrió el caso y se destaparon las irregularidades del proceso, pero fueron condenados de nuevo.

Artis salió de la cárcel en 1981. Carter siguió luchando por su inocencia y logró una revisión en 1985. El juez reconoció sus argumentos y lo liberó, a los 48 años. Se exilió en Canadá y dedicó a luchar por personas en su situación. En 1993 le entregaron un cinturón de campeón honorífico, en una ceremonia donde Giardello estuvo presente. En 1999 Norman Jewison dirigió una película en su honor, interpretada por Denzell Washington, que fue todo un éxito y reinvindicó su figura.

‘Pudo ser campeón del mundo’, cantaba Dylan. En lugar de eso pasó 20 de sus 76 años entre rejas por un sistema injusto.

LA VERSIÓN 'CONTRACORRIENTE'
Ha muerto Rubin Carter. Y la historia ‘oficial’ relatada hace unas líneas no coincide con los argumentos de sus muchos detractores. Rubin nació y creció en un ambiente humilde, pero fue el único entre sus seis hermanos con problemas de comportamiento. Fue un pandillero habitual en las calles de Paterson, detenido por robos y asaltos violentos. En uno de ellos clavó una navaja a la víctima y fue internado en un correccional. No existió un supuesto pederasta ni un supuesto policía corrupto y racista obsesionado con su existencia.

Se escapó a los 19 años e ingresó en el ejército, donde fue expulsado –paradoja- por su carácter violento y mentalidad paranoide. Regresó a Paterson, volvió a meterse en líos, fue reconocido en comisaría y tuvo que cumplir el resto de su condena.

El boxeo parecía su redención, pero entre combate y combate protagonizó múltiples incidentes públicos. La pelea de 1964 contra Giardello pudo ser la de su confirmación. Lo cierto es que llegó a ella ya con cuatro derrotas en su currículo. En la misma, llevó la iniciativa en los primeros asaltos, pero perdió fuelle y Giardello terminó fresco como una lechuga y respondón. Demasiado poco para un aspirante. Quizá la decisión más justa hubiese sido un nulo. Pueden verla íntegra en ‘youtube’. En todo caso, su carrera iba en declive y no hacia el título mundial. Después su récord fue de 7 victorias, 7 derrotas y un nulo. Argumentar un caso de racismo, cuando le preceden campeones que ganaron a blancos y negros por k.o. como Jack Johnson, Joe Louis, Sugar Ray, Sonny Liston, el mismo Ali… carece de fundamento.


En 1966 era un habitual de la noche cuando sucedió el terrible asesinato. Dos testigos identificaron a Rubin y a Artis, quien no es un admirador sino un compañero de correrías. La policía encontró munición y armas en el coche que coincidían con las usadas en la escena del crimen. Se pidió la pena capital pero el jurado la redujo a perpetua. Uno de los testigos reconoció las presiones de la policía pero también las amenazas de la 'banda' de Carter.

En el segundo juicio, parte del jurado y el fiscal eran negros. Antes de su celebración, Rubin obtubo la condicional y propinó una paliza a Carolyn Kelley, una mujer que recaudaba fondos para su causa. El incidente provocó que muchos famosos retirasen su apoyo al momento. El propio Dylan no volvió a cantar el famoso tema. Los acusados rechazaron someterse al polígrafo en esta segunda oportunidad y fueron condenados de nuevo.


Artis salió de la cárcel en 1981. Cinco años después ingresó por tráfico de cocaína. Rubin logró una revisión y la libertad en 1985. El juez encontró numerosos errores en el proceso pero no reconoció su inocencia. Los familiares de las víctimas -siempre los principales interesados en conocer la verdad- acusaron a ambos desde el comienzo.


En 1999 Norman Jewison dirigió una película, más bien una loa sobre ‘Huracán’ Carter -‘The Hurricane’ (1999, EE.UU.) 147 minutos- en la que omitió detalles importantes y añadió otros falsos. Los familiares de las víctimas se manifestaron hasta las puertas de la gala de los Oscars, donde Denzell Washington fue nominado a mejor actor. La productora tuvo que indemnizar a Joey Giardello por dar una imagen distorsionada y el propio Jewison reconoció que la versión era más una idea personal que los hechos demostrables. Pese a todo, hoy está reconocida como un canto a la injusticia.

Existen espacios en internet como www.graphicwitness.com/carter/ que explican el proceso con documentos antes nunca vistos. En 2007, en una semblanza sobre este personaje escribíamos: “fue un delincuente pero no un criminal”. Hoy albergamos más de alguna duda razonable, pero posiblemente nunca se sepa la verdad.

Extracto de lo publicado en 'La Región' (28-04-2014).