“En
el espacio me di cuente de lo que realmente es la Tierra. Un planeta que desde la Luna no es más que una bolita
que puedes tapar con tu pulgar. Desde ahí fuera, el mundo entero, todo lo que
conocía, cabía detrás de mi dedo. Fue entonces cuando me dí cuenta de lo
insignificantes que somos, y de que es un gran privilegio poder disfrutar de un
planeta con vida. Todos somos astronautas a bordo de la nave Tierra”.