viernes, 19 de agosto de 2016

FARGO, DONDE TODO ES POSIBLE


Escribimos sobre cualquiera de los tres trabajos con el mismo nombre que han convertido en célebre una población estadounidense de algo más de cien mil habitantes en Dakota del Norte: La película (1996) dirigida con indudable éxito por los –en mi opinión- irregulares hermanos Ethan Jesse y Joel David Coen. O la serie, en su primera (2014) y segunda (2015) temporada, producidas por los mismos hermanos, pero con dirección, narración y protagonistas diferentes.

Sí, al final se trata de crímenes, de violencia a medio camino entre el sadismo y la comedia negra, con personajes de carácter y acciones más que peculiares. Asesinos, policías, víctimas o testigos; todos pertenecen a ese grupo de personas que denominaríamos como “curiosos”, cuando no chiflados. Quizá marcados por el crudo e inhóspito clima de la zona. Ese frío permanente que hiela los sentidos y nos sumerge en la monotonía, sólo rota por el disparo de una escopeta de caza o el filo de una navaja. Y, sin motivo y de repente, se monta la tercera guerra mundial y aparecen los extraterrestres. ¿Locura? ¿Acaso es más razonable este mundo?