viernes, 4 de agosto de 2017

MIRIAM BLASCO, abriendo el camino (por Rokudán)



Miriam Blasco, Almudena Muñoz e Isabel Fernández son la cumbre de los éxitos deportivos del judo español. La alicantina nacida en Valladolid, Miriam Guadalupe Blasco Soto, fue  la primera mujer en alcanzar un oro olímpico para España y, obviamente, para el judo español (Barcelona 92). En ese camino tuvo dos seguidoras, Almudena Muñoz -justo al día siguiente de su hazaña- y, ocho años más tarde, Isabel Fernández -quien ostenta hasta el momento el mejor palmarés del judo nacional- en Sidney 2000.

El oro olímpico de Miriam vino precedido por otros dos conseguidos el año anterior en los Campeonatos del Mundo, celebrados también en Barcelona –era la primera vez que España conseguía un titulo mundial en judo-,  y en los Campeonatos de  Europa que tuvieron lugar en Praga. 

Miriam también fue la primera judoka española en conseguir una medalla en Campeonatos del Mundo (Belgrado 1989). Dos años más tarde, Joaquín Ruiz, en un memorable combate con el campeonisimo Koga, conseguiría la segunda (plata);  primera medalla en un mundial de la división masculina.

Miriam Blasco tuvo que sobreponerse al inesperado fallecimiento, unos meses antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona, de su entrenador Sergio Cardell. Golpe terrible que estuvo a punto de hacerle abandonar.

Pero esta tragedia, pasados los primeros momentos de desolación, le dio la fuerza moral necesaria para llegar hasta el combate final de su trayectoria olímpica y derrotar -ayudada por el calor del público, el aliento de sus incondicionales y la presencia de los Reyes de España-, a la británica Nicola Fairbrother.

Ahora, veinticinco años más tarde, en el aniversario de los Juegos Olímpicos de  Barcelona 92, Miriam vuelve a ser noticia, más por cuestiones de su vida sentimental que por el recuerdo de su singular hazaña deportiva.

En este combate, final del Campeonato del Mundo de 1991 en la categoría de -56 kg, celebrado en el Palau Blaugrana de Barcelona, la vemos frente a la belga Nicole Flagothier.

Rokudan