lunes, 2 de agosto de 2021

ORA ET LABORA, ABURRIDA VILLA

La Villa Olímpica es el hotel de los deportistas en unos Juegos. La de Tokio se encuentra en la isla artificial de Chuo Ward, a dos kilómetros del centro financiero. Consta de 21 bloques de edificios, con capacidad aproximada de 10.000 personas y un futuro dedicado a la venta comercial.

Con tal número de deportistas, lo habitual en estos eventos es que la Villa se convierta en una Gomorra de proporciones olímpicas.  Tras la competición, ya relajados, algunos atletas se entregan a los placeres. Otros  lo hacen antes, durante y después, con mayor exigencia que en su especialidad.

La posibilidad de este tipo de relaciones íntimas internacionales son hoy un verdadero problema para la organización. Más por el riesgo de contagio del Covid 19 que por el de enfermedades venéreas, también frecuentes.

Por ello, el COI decidió que el habitual reparto de 150.000 preservativos entre las delegaciones se realice tras la competición, "para que los atletas se los lleven de vuelta". También se anunció que las camas reciclables de cartón "evitarían los contactos".

Poca imaginación y mucha ingenuidad tiene el Comité japonés. Al final, la única solución ha sido el control y el castigo a quien se pase un pelo, convirtiendo la alegre Villa en un monasterio benedictino. 'Ora et labora'.

¿Será posible? Los atletas son jóvenes y la naturaleza aprieta. En Río 2016, los condones olímpicos atascaron las cañerías.

Foto: La Vanguardia.

Publicado en La Región (2 agosto 2021)