Muy pocos recuerdan hoy
a Salvador Álvarez (en la foto, primero por la derecha), un extraordinario campeón de los años sesenta. Era alumno
de Víctor Gaspar, maestro del Judo Club Bilbao, situado en la calle Máximo Aguirre
de la capital de Vizcaya. Gaspar fue el único peso ligero que se proclamó
campeón de España (1962) en la desaparecida división de todas las categorías;
fue el último año en que se participaba sin categorías de peso y el Campeonato
de España se convirtió desde 1963 en los Campeonatos de España.
Salva Álvarez, que
tenía un magnífico morote-seoi-nage, competía en la categoría de ligeros
(-68 kg), cuando solo había tres pesos durante los años 1963 y 1964 y semi-medios
(-70 kg), cuando se implantaron las cinco categorías de peso a partir de 1965.
En 1964 hizo su primera
final en los campeonatos de España en el peso ligero (-68 kg) que perdió frente
a Víctor Gaspar, su maestro. Al año siguiente volvió llegar a la final y
proclamarse campeón de España, en Valencia, del peso semi-medio (-70 kg)ganado
al navarro Juan José Rey y, en 1966, disputó otra final en la categoría de peso
libre en Pamplona frente al peso pesado Gregorio Hernández.
En 1965 se disputaron,
por segunda vez en España, los campeonatos de Europa en el Palacio de Deportes
de Madrid. En aquel tiempo había dos categorías de participantes: Open y Amateur;
también, por primera vez se implantaban en Europa cinco categorías de peso.
Salvador Álvarez competía
en el peso semi-medio (-70 kg) y en la categoría open, donde consiguió la medalla
de bronce; era el tercer judoka español, después de Enrique Aparicio y Pedro
Gómez Eizaguire, en conseguir una medalla continental, la quinta, para el judo
español
Salva fue el único
español que participó en los campeonatos del mundo de 1965 en Rio de Janeiro,
los últimos que se celebraban con tres categorías de peso (ligero 68 kg, medios hasta
80 kg y pesados más de 80 kg) y Todas las Categorías. Combatió en el peso
ligero, ganó al representante de Malasia, Lee Sze Lim y fue eliminado, en una
muy discutida decisión arbitral, en su combate frente el francés André Bourreau,
tetracampeón de Europa.
La carrera de Salvador
Alvarez en el judo y su propia existencia vital se fue apagando al derivar por
senderos que casi siempre desembocan en tristes finales. Para todos los que lo
conocieron, queda el recuerdo de su mejor versión deportiva y personal.
Rokudan
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