SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

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lunes, 12 de octubre de 2020

ALFREDO SAN BARTOLOMÉ: el inicio del judo en España


Foto:Judoenfamilia

En el año 1947 aparece por el Gimnasio Juventud, situado en la calle Fuencarral de Madrid, un peruano que observa como un grupo de entusiastas deportistas se afanan en la práctica de una modalidad de lucha de origen japonés conocida como ju-jitsu. Los conocimientos son rudimentarios y están, ocasionalmente, dirigidos por el coronel Gabriel Pérez Acosta que, a su vez, parece ser, los había adquirido en Japón, cuna de este arte marcial, en los años veinte del siglo pasado.

El atento observador hispano-americano es Alfredo San Bartolomé, de 35 años, recién llegado a España, que pronto encauza a este pequeño grupo en una variante del ju-jitsu llamada judo, disciplina en la que ostenta el grado de cinturón negro 2º dan. Comienza aquí la historia del judo español.

Más tarde, con la incorporación de nuevos miembros, se trasladan a un nuevo local situado en la calle Recoletos (Barrio de Salamanca) y, en mayo de 1950, se crea el primer club de judo en España: la Asociación Española de Judo y Jiu-Jitsu. Presidida por Bernardo Ungria la componen, entre otros, José Manso, Benito Prieto, Fernando Franco, Alberto Aníbal, Antonio Burrieza, Leandro Centeno, Fernando Farinós, Juan Párraga, Alfonso Navarro..., con San Bartolomé como profesor.

San Bartolomé, a diferencia de Henri Birnbaum, el introductor en Barcelona, no se dedica plenamente al judo que compatibiliza con su trabajo en una empresa ni, tampoco, tendrá en el judo madrileño, el liderazgo indiscutible que Birnbaum ejerció, durante muchos años, en el judo catalán donde impone el método de su maestro Mikinosuke Kawaishi (Birnbaum es de los primeros alumnos de Kawaishi cuando éste llega, en 1935, a Paris), método que estuvo en vigor hasta la llegada de Miguel Villamón a la dirección técnica del judo español en  1974.

Poco después, a sugerencia de San Bartolomé, el club cambia el nombre por Bushidokwai y en 1954, se traslada a la calle Donoso Cortés nº 53. Ahí sigue todavía funcionando, ahora bajo la dirección de Macario García 9º dan, antiguo campeón de España, miembro del Equipo Nacional en la década de los setenta y personaje de densa trayectoria en el judo español. Por consiguiente es el primer club de judo de España y el más longevo.

A principios de 1951, se disuelve la sociedad inicial de la Asociación Española de Judo y Jiu-Jitsu/Bushidokwai, y se hace cargo del club Fernando Franco de Sarabia con la dirección técnica de San Bartolomé; más tarde (1954), ambos forman sociedad. Fernando Franco será el gran impulsor, durante  muchos años, del judo madrileño. A finales de 1957 se deshace la sociedad, quedando San Bartolomé con el Bushidokwai;  Fernando Franco crea, en 1958, el Gimnasio Samurai en la calle Juan Bravo de Madrid, de gran éxito social y deportivo durante  muchos años.

Alfredo San Bartolomé aprendió el judo en su tierra natal con profesores japoneses (Shinsho Siosaki Murayama, Makishima, Kugo Sato o Sumiyiki Kotani, posteriormente uno de los quince décimos dan del Kodokan) y, naturalmente, con  el método del instituto  fundador del judo.

Por el Bushidokwai pasan los primeros judokas extranjeros. El inglés Ian Morris 2º dan, imparte clases durante unos meses; el francés Collon, 1º dan, estudiante de Arte también imparte clases durante algún tiempo. En 1951, llegan otros franceses, el pintor Yves Klein, cinturón azul y su amigo Armand Fernández, cinturón marrón que practican durante cinco meses.

Yves Klein, hoy un nombre reconocido en el mundo de la pintura contemporánea, vuelve tres años más tarde (1954), después de una estancia en Japón del que viene con el grado de 4º dan del Kodokan y es nombrado el primer Asesor Técnico oficial del judo español; duró poco.

Alfredo San Bartolomé recibe el 3º dan (1954) de Ichiro Abe, representante del Kodokan en Europa y el 4º dan (1958) de Kiyoshi Mizuno, segundo Asesor Técnico nacional. San Bartolomé y también Henri Birnbaum ejercieron, hasta la llegada de Klein, de asesores técnicos oficiosos de la Delegación Española de Judo/Departamento Nacional de Judo, dirigido por don Fabián Vicente del Valle y, en aquel momento, encuadrada en la Federación de Lucha. San Bartolomé publica el libro Método de Judo del Gimnasio Bushidokwai, impreso en la imprenta familiar de Fernando Franco.

En noviembre de 1969 se celebra en Madrid (Gimnasio Moscardó),  un examen de donde saldrán los primeros cinturones negros 5º dan españoles. Con tal motivo vienen de Paris, para formar parte del tribunal, Henri Courtine y Bernard Pariset, sextos dan franceses, célebres campeones de los años cincuenta. Pasan el examen Fernando Franco y José Pons. San Bartolomé, el introductor del judo en España y ya con casi sesenta años, no supera la prueba; así de duro era el ascenso de grado en la década de los sesenta. Más tarde, en 1973, lo asciende la Federación Española.

En la sede de la Real Federación Española de Judo, pueden verse fotos de don Agustín Aznar, primer presidente, así como otras de nuestras campeonas olímpicas y relevantes competidores de distintas épocas. Se echa en falta la de Alfredo San Bartolomé, la primera piedra del judo nacional.

Alfredo San Bartolomé Morello falleció en Madrid en mayo de 1979.

Rokudan

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