SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

viernes, 3 de junio de 2011

ALEXANDER BELOV, TRAS EL TELÓN DE ACERO / ALEXANDER BELOV, BEHIND THE IRON CURTAIN

La injusticia y el silencio se ciernen sobre Alexander Alexandrovich Belov (1951-1978). El pivot ruso fue un extraordinario jugador, a quien sólo se le recuerda por su polémica canasta en la final de los Juegos de Munich 72, la que terminó con 61 victorias olímpicas seguidas de Estados Unidos, y las medallas de plata guardadas en una caja fuerte alemana, ya que los americanos no se presentaron al podio. Héroe y a la vez esclavo nacional, el Partido le prohibió probar en la NBA, intentando obligar su fichaje por el equipo del Ejército rojo, el imparable TSKA Moscú. Belov permaneció fiel al Leningrado, a su entrenador de siempre y padre adoptivo, Vladimir Kondrachkin. Entonces actuaron los servicios secretos, introduciéndole mercancía de contrabando en su maleta durante un viaje. Detenido en 1977, humillado públicamente y sancionado, lo peor iba por dentro, pues Alexander sufría una enfermedad cardiaca incurable. Cuando fue readmitido en la competición, su pecho no aguantaba más. Murió un año después, en la misma cama del mismo hospital donde expiró su padre. Días antes de que la selección soviética, sus compañeros, ganase en su honor el Mundial de Filipinas de 1978. El honor que nunca había perdido.

Alexander Alexandrovich Belov (1951-1978). Injustice and silence. The russian pivot was an extraordinary player, who is only remembered for his controversial last shot at the Munich Games 72 final. That afternoon the Soviet Union broke the streak of 61 United States olympic victories. Silver medals are in a german bank since this year. National hero and slave, the communist government didn´t authorize Belov play to the NBA league, forcing a move to team the unstoppable Red Army, TSKA Moscow. Belov refused to leave Leningrad team, and his coach and adoptive father, Vladimir Kondrachkin. So the secret service acted, introducing contraband in his suitcase during a travel. Belov was publicly humiliated and punished, but the worst was inside, because Alexander suffered a serious heart disease. When he was readmitted to the competition, his health was already bad. He died a year later, in the same bed at the same hospital where his father expired. Days before the Soviet selection, his teammates, won World Championship Philippines 1978 in his honor.
Publicado en La Región (09-03-2009)