SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 24 de octubre de 2012

EL MUNDO QUE VIENE



Aunque la prensa escrita se encuentra en decadencia, hasta el punto que te regalan un periódico por comprar una película, siempre hay artículos o entrevistas interesantes por leer.

Tengo por costumbre comprar el diario ‘El Mundo’ los fines de semana. En la edición del sábado, a doble página, se publica una conversación con un personaje de cierta entidad o prestigio, bajo el título de ‘El Mundo que viene’. Un lugar para la reflexión y la curiosidad, protagonizado por periodistas, científicos, expertos, economistas o personajes bastante por encima de la media de los políticos y los ‘artistas’ que hartan por su colección de tópicos, banalidades y pensamientos bovinos.

El sábado, 13 de octubre, se publicó la entrevista al biólogo estadounidense de 83 años Edgard O. Wilson. Wilson era un defensor de la ‘Teoría de selección de parentesco’, que atribuía el origen del altruismo a la paradoja de que algunos miembros de determinadas especies renunciasen a tener descendencia y ayudasen a criar la de los demás. Pero la evolución de la ciencia y su propio pensamiento le forzó a renegar de esta solución generalmente aceptada en la comunidad científica.

Wilson ha publicado un interesantísimo libro titulado ‘La conquista social de la Tierra’ (Debate) que rebate al escrito en 1975 por él mismo (‘Sociobiología’). En este último explica sus razones para cambiar de idea y se propone como objetivo “responder a las grandes preguntas que siempre se ha hecho el ser humano. La religión no puede responderlas. Sólo la ciencia”.

Wilson se reafirma en una opinión que comparto de principio a fin. “Los seres humanos sentimos un deseo innato de pertenecer a tribu, que viene de nuestra época como cazadores”. Sobre la ciencia y la verdad, otras frases que podríamos suscribir. “La ciencia no es una democracia, no avanza por medio de retórica o encuestas. No la crean quienes actúan por sectarismo, sino quienes cuestionan constantemente la realidad”.

El último párrafo de la entrevista a Mr. Wilson no tiene desperdicio. Este es el consejo que dedica a los jóvenes investigadores. “Lo más importante es usar la imaginación. Mirar donde otros no miran, probar lo que otros no prueban”.

Mr Harold Burson

Antes, el sábado 6 de octubre, se publicó la entrevista realizada a Harold Burson, otro abuelete estadounidense de 91 años, todavía en activo como presidente de la primera empresa global de relaciones públicas ‘Burson-Marsteller’. Habitual confidente de millonarios y presidentes.

Su diagnóstico sobre quienes ostentan el poder es simple. “Son personas que suelen desarrollar buenas respuestas al problema equivocado. No saben definir sus problemas”. Su función junto a ellos se reduce, según sus palabras “a escuchar. La gente que está en posiciones altas tiene muy pocas personas con las que hablar”. Cree que el gran problema de los políticos es “la obsesión por mantener sus trabajos”. Una incapacidad manifiesta para tomar decisiones que enfaden a la gente y reduzcan los votos, aunque sea la solución. “Desde antes de la Guerra Civil nadie ha llegado al poder en Estados Unidos con la idea ser un presidente de una sola legislatura y arreglar los problemas. El problema en las próximas elecciones en mi país es que los estadounidenses no van a votar por Obama o por Romney. Van a votar por Romney por hacerlo contra Obama y viceversa. Esto no es bueno para ningún país”.

¿Y qué opina de nuestra piel de toro? “España, como tantas otras naciones, ha estado viviendo por encima de sus posibilidades. La respuesta es muy simple pero nadie quiere oírla. Los beneficios a los que la gente se ha acostumbrado son tan caros que no pueden ser financiados. Hay que renunciar a ellos. Y a la mayoría de las personas no les gusta prescindir de tantas cosas”.

Para Burson, su mayor tesoro es el carnet del sindicato de periodistas estadounidenses del año 1941, su verdadera vocación. De hecho, a los 24 años cubrió el juicio de Nüremberg para las emisoras del ejército. Estas crónicas –y mucho más- pueden leerse en www.haroldburson.com

Tenemos dos orejas y una sola boca. Escuchemos en lugar de hablar. La vida es demasiado corta para perderla entre mediocres. Acompáñese y aprenda de los mejores para salir de este gigantesco rebaño.