Por lo que he leído la mayoría de las crónicas de un maratón suelen ser
bastante épicas y emocionantes, creo que esta no lo será. Y no lo va a ser no
por falsa modestia, ni tampoco por soberbia, sino sencillamente porque no es mi
forma de contar las cosas. Ni siquiera es una crónica al uso porque con estas
líneas pretendo ser de ayuda para aquellos que tienen dudas y navegan por
internet buscando información sobre el maratón y sus entresijos.
Antes de nada y para que os hagáis una idea os daré unos cuantos números.
Mido 1.78 peso 72 kilos y tengo 37 años. Siempre he practicado deporte aunque
en algunos momentos con mayor intensidad que otros. No creo tener una especial
aptitud física para el atletismo aunque, quizás, sí mental. Desde hace 4 años
corro asiduamente. Empecé saliendo 3 días a la semana compaginándolo con el
fútbol y poco a poco fui aumentando la complejidad de los entrenamientos. Al
principio solo 35/40 minutos de carrera continua y a veces cuestas, luego ya
introduje fartlek, series, abdominales, lumbares, gimnasio. En cuanto a
competir también me lo tomé con mucho sosiego. Primero carreras de 6 kms, más
tarde de 10 y, ya por fin, medio maratón (concretamente 4).
Lo del maratón era algo que me empecé a plantear hace 3 años y sin
obsesionarme fui poniendo las bases hasta que una noche de cena con los amigos
nos envalentonamos gracias a un par de botellas de vino y nos comprometimos a
viajar a Ginebra para correr el maratón en esa ciudad. Pero dejemos eso para
más adelante.
Lo más duro del maratón no es la carrera en sí, sino los cuatro meses
previos en los que hay que llevar a cabo la preparación específica. Hace falta
paciencia, mucho cariño y muchas ganas de cumplir el objetivo. Si corres
habitualmente y dispones de tiempo es algo que puede hacer cualquiera, otro
cantar es cuál es el tiempo que quieres marcar en la llegada.
Mi objetivo era bajar de 3h 30 min. ¿En qué me basaba? En mis marcas
recientes. En carreras de 10km, 41min 05segs y medio maratón 1h 34min 45 segs.
Debo reconocer que incluso aspiraba a acercarme a 3h 20min porque el medio
maratón que hice 2 meses antes del gran día no lo corrí a tope.
¿En qué consistió la preparación? En primer lugar os diré que lo dividí en
dos partes de dos meses cada una. En ambos casos salía 5 días. Durante la
primera parte aumenté progresivamente los kilómetros semanales de 50km fui
aumentando hasta llegar a 70km, en esta parte no hice series aunque sí
machacaba ritmo (4:40). Más o menos en los dos primeros meses acabé haciendo
450 km. Los dos meses siguientes ya afiné más y hacía series sobre todo de
3.000, 2.000 y 1.000 mts. y por supuesto las tiradas largas. Sin embargo tuve
un problema en la rodilla, en el vasto interno de la rodilla derecha, a 5 semanas de la carrera. Estuve dos semanas
sin hacer nada tratándome con fisioterapia. Pensé que todo el trabajo se iba al
garete, por suerte pude reanudar a 3 semanas los entrenamientos aunque con
mucho cuidado sin sentir ningún tipo de molestia. Finalmente solo pude hacer
dos tiradas largas de 2 horas y 2h 30min respectivamente. En total en estos dos
meses finales hice unos 350 km.
Durante la preparación fui al fisioterapeuta al menos una vez por semana.
Cuatro días antes de la carrera me di el masaje final. Todo estaba en su sitio.
Con esto, cuando salimos hacia Ginebra estaba nervioso pero a la vez
aliviado porque sabía que de un modo u otro iba a correr mi primer maratón y
estaba convencido de que lo iba acabar.
La incógnita era la marca. Conseguí dominarme y ser realista para fijarme como
meta bajar de 3h 30mins. Mi orgullo competitivo me decía que podía acercarme a
3h 25min pero no quería darme un batacazo, más si tenemos en cuenta que era mi
primer maratón.
El día anterior a la carrera traté de andar lo menos posible pero aun así
visitamos la ciudad. Al mediodía comí pasta y por la noche también, a eso de
las 9. A las 10 y media al sobre.
No es que durmiese especialmente bien pero conseguí descansar, supongo que
serían los nervios. Me levanté a las 6:30 para desayunar. Nada de experimentos.
Zumo de naranja, plátano, pechuga de pavo, y yogur con muesli. Fui al baño como
es habitual antes de las carreras y de allí a poco a la parada de tranvía para
llegar a la salida. Una vez allí, dejamos las mochilas y poco antes de las 9:30
me embadurné con vaselina para evitar cualquier percance. A las 9:35 ya estaba
listo para comenzar. Calentamiento de las articulaciones, sobre todo rodillas y
tobillos. Me sitúe al final de la zona de 3:30. Las condiciones meteorológicas
eran perfectas 16°C, apenas soplaba el viento y el
cielo estaba cubierto.
Una
vez que se dio la salida eché a correr suavemente a 5:20 aprox. Viendo a una
distancia prudencial la bandera de 3:30. No me cebé ni me puse nervioso, quería
utilizar los primeros 10 km como forma de ver cómo estaba y me sentí bien. En
esos 10 km aumenté de forma muy suave el ritmo y ya tenía a 50 metros al globo
en el km 9. Creo que en el 14 le alcancé. En todo momento me veía bien, nada
apurado y con la respiración nada agitada. En todos los avituallamientos bebí y
en 4 de ellos coincidiendo, aproximadamente con los km 10, 20, 28 y 35 tomé
geles de los que daba la organización. En el km 18 creo recordar que me vine un
poco arriba y me fui unos metros por delante del globo pero a los 4 km la
precaución ¿quizás excesiva? hizo que me dejase atrapar por el grupo. Todo
transcurrió sin sobresaltos entre urbanizaciones, viñedos y tierras de labor
hasta que llegamos al km 34 con una bajada pronunciada que te conducía a la
ciudad, esa bajada me supo a gloria e incluso pensé en irme del grupo pero
cuando volvimos al llano, en la carretera que bordea el lago, empecé a darle a
la cabeza otra vez y preferí quedarme. En ese instante tuve que esforzarme
porque me dio la sensación de que flaqueaba. Creo que fue algo más mental que
físico. Pensé “!Aún 7 km¡” pero me controlé y mantuve el ritmo.
Sin embargo a 2 km tuve otra pequeña crisis en parte porque me empeñé en beber en el último avituallamiento y casi me atraganto, me quedé a 100 mts del globo pero mantuve la calma porque ya sabía que si no había un descalabro iba a conseguir la marca objetivo. El último km fue, creo, el más lento, entré andando en la meta, no tanto por cansancio como para saborear que había cumplido mi objetivo, 3h 28min 45segs.
Sin embargo a 2 km tuve otra pequeña crisis en parte porque me empeñé en beber en el último avituallamiento y casi me atraganto, me quedé a 100 mts del globo pero mantuve la calma porque ya sabía que si no había un descalabro iba a conseguir la marca objetivo. El último km fue, creo, el más lento, entré andando en la meta, no tanto por cansancio como para saborear que había cumplido mi objetivo, 3h 28min 45segs.