El
judo comienza a practicarse en España en el año 1947. Alfredo San Bartolomé, un
peruano de 35 años, cinturón negro 2º
dan, es quién imparte las primeras
clases en el Gimnasio Juventud, sito en la calle de Fuencarral de Madrid, a un
pequeño grupo de entusiastas, iniciados anteriormente por el coronel Pérez
Acosta en unos rudimentarios conocimientos del ju-jutsu.
El
grupo inicial, bajo la dirección técnica de San Bartolomé, se consolida a la
vez que va ampliándose el número de practicantes y en mayo de 1950 constituyen la Asociación Española de Judo y Jiu-jitsu,
primer club de judo de España, trasladándose a un local de la calle Recoletos.
Posteriormente se cambia el nombre por Bushidokwai y con el mismo nombre
continua en la actualidad, por lo cual es el primero y más longevo club de judo
español.
Fernando
Franco de Sarabia forma parte, desde 1948, de este núcleo fundador del judo
madrileño en el que pronto empiezan a manifestarse las diferencias de criterio
que llevan a la disolución de la sociedad a principios de 1951, haciéndose
cargo del club Fernando Franco como único propietario y con Alfredo San Bartolomé en la dirección técnica.
Fernando
Franco obtiene el cinturón verde, otorgado por el maestro Kawaishi -uno de los
fundadores del judo francés y creador del método que lleva su nombre-, en un
stage celebrado en Biarriz (1952); para 1953 es ya cinturón marrón. Forma
sociedad en el Bushidokwai con San Bartolomé y en 1954 traslada el club a la calle Donoso Cortés;
aquí se forjaran los futuros maestros y promotores de los primeros clubs madrileños,
así como otros iniciadores del judo en diferentes provincias españolas.
Este
mismo año ocurren dos importantes acontecimientos en su vida deportiva, que lo
son también para el judo nacional. Fernando Franco y Antonio Burrieza son
nombrados cinturones negros por Alfredo San Bartolomé, a la sazón asesor
técnico oficioso del Departamento de Judo; pero al llegar Yves Klein –primer
Asesor Técnico oficial del judo español-, el nombramiento es anulado. Fernando
Franco viaja a Paris y se examina con Ichiro Abe, representante del Kodokan
(Instituto fundador del judo) para Europa y con ello se convierte en el primer español cinturón negro de judo (diploma Kodokan 22-7-1954).
El
otro acontecimiento es la participación, por primera vez, de España en los
Campeonatos de Europa de judo que tienen lugar en Bruselas; Fernando Franco
forma parte de Equipo Nacional junto a Enrique Aparicio, José Pons, Raúl
Roviralta y Sergio Madrigal. Por equipos se gana a Luxemburgo (3 victorias y 2 nulos); y se pierde
ante Gran Bretaña (4-1).
Franco
trae (1954) como profesor al francés
Yves Klein 4º dan que ya había estado
anteriormente en 1951, de cinturón azul, practicando unos meses en el Bushidokwai.
En 1952, Klein se había ido a Japón y en octubre de ese año entró en el Kodokan
permaneciendo hasta diciembre de 1953, mes en que vuelve a Francia después de
un ascenso meteórico a 4º dan; ascenso y
rango que no le reconoce la Federación
Francesa de Judo.
En
España, además de profesor del Bushidokwai, Klein se convierte también en el primer Asesor
Técnico oficial del judo español, en aquel tiempo encuadrado como Delegación
Española de Judo (después Departamento Nacional de Judo), en la Federación
Española de Lucha.
Yves
Klein, que murió a la edad de 34 años; era pintor y hoy tiene un señalado lugar
en el mundo de la pintura contemporánea.
En Madrid consolida su idea de pintura monocroma; pinta una serie de lienzos
monocromos, cada uno de diferente color, que cuelga en el Bushidokwai (¿qué fue
de ellos? ¡hoy valdrían una fortuna!); Fernando Franco le edita un folleto,
impreso en su negocio familiar, con el titulo de Yves: Pintures, con una tirada de 150 ejemplares numerados. La
estancia de Klein, personaje polémico, dura poco en Madrid ya que a finales de
1954 es fulminantemente cesado en la dirección técnica federativa.
Fernando
Franco de cinturón negro 1º dan, publica a mediados de los años cincuenta, en
el centro de estudios por correspondencia CCC, un Curso de Judo y Jiu-Jitsu en fascículos. Es la primera gran
divulgación del judo que se hace a nivel nacional. En aquel tiempo todavía la
palabra jiu-jitsu tenía más eco que
la de judo, por lo cual los primeros clubs añadían conjuntamente judo y jiu-jitsu a sus nombres.
Con el japonés Kiyoshi Mizuno, nuevo Asesor
Técnico del judo español, a la vez que profesor en el Bushidokwai así como en otros
organismos civiles y militares, consigue el 2º dan en 1957; a finales de este mismo año concluye la
sociedad con Alfredo San Bartolomé quedándose el peruano con la propiedad del
Bushidokwai.
Franco
inaugura, en octubre de 1958, el Gimnasio Samurai, en la calle Juan Bravo de Madrid,
que durante varios años será el club hegemónico del judo madrileño, manteniendo
además una posición relevante en la élite del judo nacional. También imparte
clases en diferentes instituciones de la administración del Estado como la
Fuerzas de Orden Público, Ejército, etc., y crea una sección de judo en el Real
Madrid que se mantiene hasta 1959.
El
Gimnasio Samurai es todo un éxito deportivo a la vez que social. Por allí pasan
importantes personajes de la política y sociedad de la época, así como
destacadas figuras del judo internacional. En diferentes períodos están de profesores, además de Fernando Franco, Sergio
Madrigal, Egon Hopfner, los japoneses Takeda y Takahashi; Ignacio Alcíbar; Rafael
Ortega, Rafael Hernando...
De
las nueve ediciones de la Copa de S. E. El Generalísimo, la competición
nacional más importante de clubs, el Samurai gana las correspondientes de los
años 1966 y 1967 y ocupa la segunda
plaza en cuatro ocasiones (1963-64-68-71). Rafael Ortega, cinco veces campeón de España absoluto del
peso ligero y subcampeón, en 1970, de todas la categorías, es su figura más
emblemática.
Fernando
Franco asciende a tercer dan y consigue el titulo de Arbitro Internacional en
1961. En 1962 es nombrado presidente del Colegio Nacional de Cinturones Negros,
cargo en el que se mantiene hasta la supresión del Colegio en 1966; los problemas en Francia
entre la Federación y el Colegio de Cinturones Negros alertan a don Agustín
Aznar, (primer presidente de la Federación Española) que decide poner la venda
antes de que aparezca la herida. Este año asciende a 4º dan y en 1968 abre otro
gimnasio, con el mismo nombre, en la calle
General Martínez Campos.
En
noviembre de 1969 se celebra en el Gimnasio Moscardó de Madrid, el primer examen de 5º dan. Vienen
expresamente de Francia para formar parte del tribunal, Henri Courtine y
Bernard Pariset, los más significados personajes del judo francés de la época.
Fernando Franco y el catalán José Pons
son los únicos en superar la rigurosa prueba.
A
principios de los años setenta, Fernando Franco tiene un reconocido prestigio y
se encuentra en la cima del judo madrileño y español; publica el libro Cinturón Negro de Judo en 1971. Pero con
la marcha de Rafael Ortega –profesor y líder carismático del Samurai-, para
crear su propia escuela, comienza el ocaso del club y la paulatina desaparición
de Franco en el escenario del judo nacional. En 1976 se va para Ecuador y colabora, durante varios años, con la
Federación de judo de ese país. Cuando vuelve de nuevo a España, en 1982, las cosas habían
cambiado, ya era otro tiempo.
Fernando
Franco de Sarabia, gran promotor del judo madrileño y notable impulsor del judo
español, fallece en 1988. Al año siguiente se cierra el Gimnasio Samurai de la
calle Juan Bravo, poniéndose fin, simbólicamente, a una etapa marcada por el
nacimiento y expansión del judo en España. La Federación Española de Judo le
otorga, a título póstumo, el 7º dan.
Rokudán
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