La Naturaleza nos dotó de dos orejas para escuchar (no sólo oir), dos ojos para ver y un cerebro para asimilar y razonar. Curioso, sólo nos dotó de una boca para hablar, opinar y sentenciar. Deberíamos tenerlo en cuenta. Hablar menos y aprender (no sólo escuchar) más.
Se llama efecto Dunning-Kruger a aquéllos que sobrestiman su incapacidad y opinan de todo sin tener la más remota idea de algo. (pinchar en EL INCANSABLE ASPERSOR para saber más y hablar menos).