El cubano Héctor Rodríguez fue el primer judoka campeón olímpico de América y, por ahora, el único de su país en categoría masculina (Cuba tiene, también, cinco mujeres con oro olímpico, más que todas las demás naciones americanas juntas). El mérito es grande ya que solo hay tres hombres campeones olímpicos en el continente americano (Héctor Rodríguez, Aurelio Miguel y Rogerio Sampaio).
Los
Juegos Olímpicos de Montreal 1976, fueron los segundos en los que intervenía el
judo después de Tokio 64. Ahora las categorías de peso habían pasado de tres a
cinco, además de la división reina libre de limite de peso.
Héctor
Rodríguez participaba en el peso ligero (-63 kg) donde había conseguido la
medalla de bronce en el mundial de 1973. En su periplo para llegar a la final
fue eliminando al camerunés Emmanuel Abolo, al polaco Marian Standowicz, al
portugués Pinto Gomes; en la semifinal
se deshizo del húngaro Jozsef Tuncsik, campeón de Europa ese año.
En
la final, que en aquel tiempo eran de diez minutos, se encontró con el
surcoreano Eun-Kyung Chang que había eliminado en la otra semifinal al italiano
Felice Mariani. En un combate muy disputado, Héctor aplica un fulgurante uchi-mata que le vale la medalla de oro. Chang diez
centímetros más bajo (1.57 m) y con un potente seoi-nage tiene una acción posterior claramente, al menos, de wazari
que los árbitros, por alguna razón, no
consideraron válida.
En la grabación, después del final del combate para bronce de Mariani, puede verse ésta trepidante final.
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