SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

miércoles, 5 de septiembre de 2007

MARCO PANTANI, CUESTA ABAJO


Marco Pantani (1970-2004) el "Pirata" que ascendía incansable en el Tour del 98 comenzó la cuesta abajo de su carrera y su vida apenas un año después, cuando la UCI le expulsó del Giro por dopaje. Inmerso en una profunda depresión, nadie supo cómo fue a parar a Cuba, donde pretendía recuperarse junto a Maradona (!).
Invitado a abandonar la isla por diversos escándalos, su alma continúo dando tumbos. Su novia le abandonó, a su padre no le quedó otro remedio que poner a salvo el patrimonio familiar ante su inconsciencia, los amigos pidieron a su camello que lo dejase en paz. Se le ofreció una última oportunidad, rehabilitarse en una misión religiosa, en Bolivia, apartado del mundo. Pero él prefirió dejarse morir en la quinta planta del Hotel "Le Rose", en Rímini, ante la costa adriática. Allí apareció un 14 de febrero, 30 kilos por encima de su peso normal, tumbado boca abajo en un sofá junto a los restos de la última partida de coca y la última cena: tortilla de setas, ensalada y Coca-Cola. Un descenso veloz y sin frenos hacia el infierno.

Publicado en La Región (30-10-2006)