SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

lunes, 29 de octubre de 2007

ABEBE BIKILA, MATAR A UN RUISEÑOR


Existe gente nacida para correr. El maratoniano Abebe Bikila (1932-1973) pastor de una remota aldea etíope, rescatado del hambre por la Guardia Imperial de Haile Selassie -el Dios de los Rastafaris- encontró su don gracias a un oficial de origen noruego. Batió el récord mundial en los Juegos de Roma, descalzo y sonriente. Repitió en un entregado Tokio 64 ¡recién operado de apendicitis y liberado de la cárcel tras una paranoia imperial. Era un héroe, un atleta sin igual. Pero en Méjico 68 no pudo prolongar la leyenda, torturado por una fisura en un pie. En una triste noche de 1969, ya en su país, sufrió un accidente de tráfico. La terrible rehabilitación de ocho meses no evitó su condena a vivir en una silla de ruedas. Fue como cortar las alas a un pájaro, como matar a un ruiseñor. Nunca perdió la sonrisa en incluso compitió en trineo, pero una hemorragia cerebral lo remató, en 1973. Su Emperador, el último de Etiopía, fue depuesto y ejecutado en 1975.
Publicado en La Región (30-04-2007)