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Entre los millones de informes de la Stasi -la policía secreta de la antigua Alemania comunista- figura la carpeta Eigendorf. Lutz Eingendorf (1957-1983) era, a los 22 años, el Beckenbauer de la RDA en el Dynamo Berlín. En 1979 huyó del paraíso socialista y cruzó el Muro, dejando mujer e hija al otro lado. Se la jugó. El presidente del Dynamo, Erich Mielke, era además el jefe de la temida Stasi. Movilizó a dos espías tras el jugador y a cincuenta agentes alrededor de su familia, uno de los cuales sedujo a su mujer hasta casarse con ella. Eigendorf perdió a sus seres queridos en el Este y se dejó llevar por los vicios de la nueva sociedad en el Oeste, siendo traspasado del Kaiserslautern al Braunschweig. Allí le esperaba la muerte. Dos agentes comunistas -uno era un viejo amigo- lo secuestraron, envenenaron y estrellaron contra un árbol, sentado en su Alfa Romeo. Era la noche del 5 de marzo de 1983, murió dos días después. El Muro cayó seis años más tarde, sobre el maquiavélico Erich Mielke.
Artículo publicado en La Región (13-11-06)