Caballero de la Orden del Imperio Británico, William David Charles Carling (Bradford, 1965) nació en un ambiente privilegiado. Licenciado en Durham, teniente del ejército, a los 22 años fue el capitán más joven de "la Rosa", la selección inglesa de rugby, llevándola a tres títulos del Seis Naciones. Arrogante, capaz de llamar "viejos pedorros" a los directivos de su deporte, en 1995 sufrió durante un partido de la Copa del Mundo el atropello de un camión llamado John Lomu, el portentoso neozelandés le pasó literalmente por encima. ¿Una premonición? Ese año la prensa aireó su romance con la mismísima Lady Di. Un escándalo que suposo el divorcio de su esposa, la implacable presión de los tabloides británicos y un obligo retiro deportivo, en 1997. Después, la humillación pública de ser "uno más en la lista", agravado por la muerte de su madre por cáncer y otro escándalo por mantener un idilio con la ex de un compañero. "Fueron cinco años locos donde perdí la cabeza", confesó después el propio Carling. Nunca se había visto en semejante melé. En apenas un año pasó de héroe a villano nacional. Una muy dura cura de humildad para un joven de noble cuna.
Publicado en La Región (15-12-2008)