SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

lunes, 13 de diciembre de 2010

THURMAN MUNSON, LA MALDICIÓN DE LOS YANKEES


¿Creen ustedes en las meigas? El jugador de béisbol Thurman Lee Munson (1947-1979) era el capitan y lider del equipo de béisbol de Nueva York, los Yankees, uno de los más mitificados en Estados Unidos. Dos veces campeón de liga e implacable ganador, Munson mantenía a su mujer y tres hijos en su Akron natal. Por ello se había comprado una avioneta bimotor Cessna, descubriendo de forma inmediata la pasión por la aviación y un rápido medio para desplazarse y visitar a la familia. Una mañana de agosto, el orgullo de los Yankees se divertía en el aire con dos amigos, cuando perdió el control. El aeroplano se estrelló contra un árbol y cayó al suelo. Los acompañantes pudieron contarlo. Munson se fracturó la columna, razón por la cual no pudo salir del aparato a tiempo. Pereció en una cárcel de fuego, asfixiado por los gases, achicharrado por las llamas. Un terrible final. Entonces se convirtió en leyenda. Años después, los más proféticos recuerdan que otros dos jugadores, Jim Hardin (1991) y Cory Lidle (2006) pertenecieron a los Yankees y murieron pilotando sus propias avionetas. ¿Será la maldición de Munson o cosa de Meigas?


Publicado en La Región (29-12-2008)