"A un joven le regalaron un caballo al cumplir los 14 años. Todos en su aldea dijeron que era una maravilla, mientras el maestro zen dijo 'Ya se verá'. Dos años después se rompió una pierna al caer del caballo. Todos en la aldea dijeron que era una desgracia, mientras el maestro zen dijo 'Ya se verá'. Entonces estalló una guerra y todos los chicos fueron movilizados al frente, menos el que tenía la pierna destrozada. Todos dijeron que era una suerte. El maestro zen repitió 'Ya se verá'.
Este cuento que el agente especial de la CIA Gust Avrakotos -un genial Philip Seymor Hoffman- relata al congresista Charlie Wilson -Tom Hanks- es el resumen de esta gamberra, entretenida, divertida y sentimental película sobre la intervención estadounidense en el Afganistán ocupado por la URSS (1979-1989) en la última etapa de la llamada Guerra fría. Wilson, fallecido en 2010 era un político juerguista y etílico que encontró en el lejano conflicto un aliciente especial en su vida, implicándose junto a un grupo especial de la agencia secreta estadounidense en la derrota comunista como pocas veces hizo en su Texas. Como su título indica, fue casi 'La guerra de Charlie Wilson' (Charlie Wilson´s war).
Wilson logró su objetivo y fue condecorado. Pero lo que vino después
-dictadura islámica talibán, proceso bien reflejado en otra buena
película, 'The Kite runner' (Cometas en el cielo); Ben Laden y su banda, atentados del 11-S, intervención estadounidense...- podrían hacer dudar a cualquiera sobre los beneficios para Estados Unidos de aquella ayuda al pueblo afgano. 'Ya se verá'.