Rafael
Ortega, comenzó el judo cuando vivía en Francia, después de ver a Ichiro Abe
(1.68 m / 67 kg), batir una línea de varios cinturones negros de mucha mayor
corpulencia que el japonés. Ortega fue en los años sesenta
y setenta un referente en España del ideal judoka que preconiza la superioridad
de la técnica y la habilidad por encima del peso y la fuerza.
Ortega encarnaba ese
ideal; fue campeón de España del peso ligero (hasta 63 kg), en categoría
absoluta, en cinco ocasiones, batiendo en las finales a Juan Orcera (1967 y
1969), Teodomiro Pérez (1968), Andrés Coruña (1970) y Juan Bonich (1971). Era un espectáculo
verle combatir en la desaparecida división de Todas las Categorías, y derrotar a
rivales de mucho mayor peso y envergadura, incluidos campeones de España de
pesos superiores. Hizo una final con el gran Santiago Ojeda (Gijón, 1970) y tuvo,
además, otras dos medallas de bronce (Bilbao, 1968 y Barcelona ,1969).
Gerardo Poncela, José
Luís Ventura, Martín Lavernia, Rafael Ortega y Salvador Álvarez
Con su club, el Samurai
de Madrid, fue campeón de la Copa del Generalísimo (Campeonato de España de
Clubs), en dos ocasiones (1966 y 1967), subcampeón otras dos (1968 y 1971) y también
campeón de España con el equipo regional de Castilla-Centro (1966-67-69-70-71).
Miembro del Equipo Nacional durante varios años, en 1972, una sanción federativa
que duró hasta 1974, quebró su línea ascendente y con sólidas posibilidades en
el judo internacional, ya que Ortega estaba a un nivel comparable a las figuras
del momento, tales como los campeones continentales Serge Feist o Jean-Jacques
Mounier; este hecho propició su retirada de la competición.
Todas las Categorías,
era la división reina del judo. En los primeros campeonatos de Europa,
mundiales y de España, no había categorías de peso. Hubo, en los años cincuenta
y sesenta, una gran controversia sobre su implantación. En 1956 el Colegio de
Cinturones Negros de Francia hizo una encuesta sobre las categorías de peso y
de 538 miembros, 458 estaban en contra y 77 a favor; lo curioso es que eran
los judokas de menos de setenta quilos, los que más se oponían a su
implantación. Nadie, en aquel momento, se imaginaba que más tarde seria
suprimida de los Juegos Olímpicos y mundiales; en España el último campeonato fue
en 1983.
Después de su retirada, Ortega se
dedicó, en su nuevo club Banzai, a la enseñanza e investigación del judo,
formando a muchos profesores y varios campeones de España;el último Jorge Cano en
el año 2020. Ha publicado, entre otros trabajos; Bases en yudo (1979); el
apartado de judo en la Enciclopedia de las Artes Marciales (1981) y Yudo
Moderno y Eficaz (1983).
Con el olímpico José Luis de Frutos,
otro de nuestros importantes campeones de la época, formó un sólido tándem de
gran influencia en el judo español durante los años setenta y ochenta. Ortega y
De Frutos eran personas de muy diferente carácter que se complementaban muy
bien en el orden técnico y didáctico.
Durante un corto periodo entre 1977
y 1978, Ortega fue nombrado Director Técnico de la Federación Española de Judo.
Tenía un ambicioso proyecto de renovación e impulso del judo español. Con tal
fin trajo como asesor al mítico Anton Geesink para que se conociera su método y
concepción del judo. Para ello reunió,
en Madrid, durante dos semanas (diciembre 1977 y febrero de 1978), a los más
importantes maestros españoles en sendos cursillos intensivos bajo la dirección
Geesink; tenía además un elaborado plan de preparación para el Equipo Nacional
con vistas a los próximos Juegos Olímpicos de Moscú 80. Pero, aquellos eran
tiempos tormentosos y de bruscos cambios en seno de la Federación Española de
Judo y todo este proyecto fue abortado.
Ortega y Geesink, en representación
de España, propusieron (1978) a la Unión Europea de Judo, la implantación de
los judogis de color. Esto, como anteriormente las categorías de peso, se veía
como una herejía; la propuesta quedó congelada y no fue hasta 1988 cuando se
implantó el color azul en los campeonatos de Europa; los campeonatos del mundo,
siempre con la oposición de Japón, esperarían a 1999 y los Juegos Olímpicos a
Sidney 2000.
La primera vez que se vio hacer judo
en España con judogis de color fue una demostración a cargo de Ortega y De
Frutos, con sus alumnos, en los campeonatos de España de 1977 (Polideportivo Magariños,
Madrid).
Rafael Ortega, actual
noveno dan, hombre de fuerte carácter sigue, al borde de los 78 años, en activo
impartiendo clases y aportando, al judo español, un caudal de enorme
experiencia.
Rokudan
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