Noche de gala en la pantalla amiga. Dos pesos pesados en el ring. A un lado, con bigote y pantalón hasta el sobaquillo -sin móvil en el cinturón- Julián Muñoz, alias el "Cachuli". En la otra esquina, con permanente, Maite Zaldívar alias "la señora de las bolsas de basura". En su momento, Rey y Reina consorte de la corrupción malagueña, hasta que el alcalde cayó prendado hasta las trancas de Isabel Pantoja.
Cualquier ciudadano decente pensaría que ambos estarían de vacaciones en algún penal. Pues no, haciendo bolos por la cadena más alegre en prime time. Y es que la ocasión lo merecía. La Zaldívar y el Julián ajustando cuentas sobre su matrimonio ante toda España, con la inestimable ayuda de varios colaboradores de excelsa calidad. Una terapia de pareja en toda regla, sazonada con los aplausos de un público borreguil que sólo merece cuatro años más de Zapatero y otro de Chiquilicuatre en Eurovisión.
Una vez más, Telecinco baja el listón hasta cotas que parecían imposibles hace sólo un año, excavando en el subsuelo de la estulticia. No es fácil, no. No es nada sencillo superar el nivel ya de por sí repugnante de la casa. Gran Hermano se está quedando ya anticuado, demasiado serio.
Las interpretaciones publicitarias de Marc Gasol -véase el anuncio de Caser- no le darán el Emmy. Desde el vídeo de un Nadal entumecido con Shakira no se conocía nada parecido.
Cualquier ciudadano decente pensaría que ambos estarían de vacaciones en algún penal. Pues no, haciendo bolos por la cadena más alegre en prime time. Y es que la ocasión lo merecía. La Zaldívar y el Julián ajustando cuentas sobre su matrimonio ante toda España, con la inestimable ayuda de varios colaboradores de excelsa calidad. Una terapia de pareja en toda regla, sazonada con los aplausos de un público borreguil que sólo merece cuatro años más de Zapatero y otro de Chiquilicuatre en Eurovisión.
Una vez más, Telecinco baja el listón hasta cotas que parecían imposibles hace sólo un año, excavando en el subsuelo de la estulticia. No es fácil, no. No es nada sencillo superar el nivel ya de por sí repugnante de la casa. Gran Hermano se está quedando ya anticuado, demasiado serio.
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Estamos probando estos productos reafirmantes y de baba de caracol y Somatoline cosmetic y el tal y cual y nada. Debemos de ser ese 1 de cada 10 al que no le funciona ningún producto. O igual no dimos con esos 9 de cada 10 médicos que lo recomiendan.
CINEFOBIA
DUNE
Siguiendo la estela de "El Retorno del Jedi" y basada en un libro de gran éxito se presentó esta producción con fracaso en taquilla y hoy muy bien valorada. La verdad es que Dune distrae por su peculiar atmósfera, que no es precisamente agradable, pero el argumento y el desarrollo es flojo, flojito -quizá porque el metraje original de David Lynch fue de 8 horas y se le redujo a poco más de dos- con unos efectos especiales que no resisten el paso del tiempo. Sumando las consabidas idas de olla de Lynch -quien puede ser genial o fatal según la película- no será extraño que sus párpados experimenten un paulatino y gradual descenso a medida que avance esta película, a medio hacer en sus partes más importantes. Un ni fú ni fá más próximo al puturrú de fuá. No merece un sitio en su videoteca por mucho que su amigo el puretas le intente convencer de que es una película de culto y tal.