¿SABE UN BLANCO ESCUCHAR A JIMI HENDRIX? / KNOW WHITE MEN LISTEN TO JIMI HENDRIX?
Se desconoce el nombre del genio que tradujo el título original en ‘Los blancos no la saben meter’ de su distribución en España. Burdo e inapropiado, se carga el sentido de esta película. Dos colegas recorren los playgrounds de la costa oeste californiana, apostando y estafando a otros jugadores. Al blanco le pierden las deudas y al negro la ansiedad por huir de un barrio marginal. Un dúo que mantiene dos disputas eternas entre los partidos. ¿Los negros sólo juegan bonito mientras los blancos ganan? ¿Los blancos no saben machacar ni escuchar a Jimi Hendrix? Mucho artificio, uno contra uno y crítica social. Un éxito en su momento.
‘Los blancos no la saben meter’. (EE.UU. 1992) Dirigida por Ron Shelton. 115 minutos.
Two men to cross west California playgrounds for play basketball and to swindle money others players. White man have problems for debts and black man are desperate for escape to poor quarter. Two men and a eternal discussion: White men can´t jump and slam? Black men know win games? One to one, social critic and big succeed.
‘White men can´t jump’ (USA, 1992) Directed by Ron Shelton. 115 minutes.
(CASI) EXCLUSIVAMENTE NIPÓN
¿Deporte, ritual, espectáculo? El Sumo es tan desconocido como caracterizado en Occidente. Este libro, por momentos demasiado técnico, sirve como introducción a una disciplina cuyos practicantes son endiosados en el Japón. Una actividad que ni siquiera se detuvo durante la II Guerra Mundial, donde sus practicantes pueden alcanzar los 284 kilos, pionera de la repetición por televisión en los años 60 y promulgadora de una nacionalización forzosa para paliar la reciente irrupción de hawaianos, brasileños, mongoles e incluso negros. Tradición versus globalización.
‘Sumo, la lucha de los dioses’, escrito por Eduardo de Paz. Editorial Shinden-Aixa. (Barcelona, 2006) 167 páginas.