SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

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miércoles, 16 de diciembre de 2009

ALEXANDER ALEKHINE, EL PRECURSOR DE BOBBY FISCHER


Antes de la aparación del tan grandioso como irascible Bobby Fischer, existió un genial ajedrecista ruso llamado Alexander Alekhine (1892-1946). Desde la cuna, Alexander sólo heredó lo peor de su poderosa familia. Un carácter insoportable, ególatra, patológicamente solitario y enganchado al alcoholismo, por vía materna. En la I Guerra Mundial fue encarcelado por los alemanes, contrayendo la escarlatina en la celda. Tras su liberación, la Revolución Soviética lo detuvo y confiscó sus posesiones. Nadie supo como pudo escapar a Francia de un dudoso futuro. Allí se nacionalizó y proclamó campeón del Mundo, en 1927, derrotando a un confiado Capablanca. No terminaron aquí sus peripecias. En la II Guerra Mundial lo detuvieron los nazis para realizar exhibiciones. Este "colaboracionismo" fue sancionado con la pérdidad de su título, una vez caído el régimen de Hitler. Casado en cuatro ocasiones, sólo pareció querer de verdad a su inseparable gato "Chess". Esclavo del alcohol, en pocas ocasiones logró atravesar épocas de abstinencia, coincidiendo con las revanchas concedidas, en 1935 y 1946. No llegó a la última. Un infarto lo fulminó cuando se preparaba, ilusionado, en un hotel de Estoril.

Publicado en La Región (19-05-2008)