Ésta es la triste historia de un niño canadiense llamado Michael Jefferson (Brampton, 1980) criado en una familia pudiente, pero irresponsable. A los 11 años de edad, su padre casi lo regaló al entrenador David Frost, para transformarle en una estrella del hockey sobre hielo, el deporte nacional. Frost pulió su estilo y condiciones naturales. Se convirtió en padre, representante, confidente, y lo llevó a la NBA del hockey, la NHL estadounidense. Jefferson se había separado tanto de su familia, que llegó a cambiar su apellido por Danton. El vacío sentimental de tantos años lo tapó con alcohol, antidepresivos y drogas. En 2004, en la cúspide de su carrera, fue detenido y condenado a casi ocho años de prisión por planear nada menos que el asesinato de Frost, con la ayuda de una universitaria y otra persona que resultó ser un confidente del FBI. ¿Motivos? Frost fue después acusado de abusos sexuales a siete menores, incluído un hermano de Danton. Sin embargo, Mike se negó a defender o acusar al polémico agente. ¿Venganza? ¿Dependencia emocional? Quizá se sepa en 2010, cuando Mike, Duncan o Jefferson, salga de la cárcel.
Publicado en La Región (13-10-2008)