SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

martes, 2 de noviembre de 2010

EN UN RINCONCITO DE PORTUGAL


En un rincón de nuestra vecina Portugal se encuentra una pequeña población llamada Batalha -al norte de Lisboa y próxima a Leiría- fundada aproximadamente en el año 1500 como agradecimiento por la ayuda divina en la victoria lusa de Aljubarrota contra las tropas de Castilla.

Es un destino excelente para el turismo de cultura, sin necesidad de realizarse durante los meses de verano. Cerca de la zona se encuentran dos monasterios de importancia: Alcobaça y Tomar. En la propia Batlha, el imponente Monasterio de Santa María de Vitoria, patrimonio de la Humanidad y orgullo nacional de Portugal.

Destino recomendable para el puente de Todos los Santos o similares. Quienes honran a sus antepasados todos los días, pueden aprovechar esa fecha para escapar del rebaño y cargar las pilas.


Si además no quiere riesgos, les recomiendo el Hotel Casa do Outeiro. Un tres estrellas de 15 habitaciones que merece una cuarta, por la esmerada atención de su recepcionista. Por su limpieza, tranquilidad y especial desayuno, con productos típicos de la zona, cumple las tres condiciones que todos deseamos: bueno, bonito y barato. La verdad es que uno se siente como en casa y sin el miedo de recomendárselo a otra persona.


Ténganlo en cuenta en su próximo viaje.