Las calles de Brooklyn han dado al mundo genios del baloncesto. James "Fly" Williams (Brownsville, 1953) fue la fuente de inspiración del grupo funky que lleva su apodo y apellido. También la de un jovencito Mike Tyson, quien buscó a su héroe de la infancia sin descanso por las calles neoyorkinas. Hijo de una humilde familia, pésimo estudiante, "Fly" se embarcó en el más loco equipo de la más loca liga de baloncesto, el Saint Louis de la ABA, en 1975. De allí salió sin dientes, por diferencias irreconciliables con los compañeros. Al final terminó en su hábitat natural, la calle. El Rolls dorado y los abrigos de visón duraron lo que su crédito. Genio en la cancha, su intrépido ritmo de vida desembocó en las drogas. La cocaína y su loca cabeza lo convirtieron en un vagabundo. Las deudas por trapicheos, en un blanco fácil. Así encajó varios disparos, en 1987. "En ese momento ví las puertas del infierno", confesó. Tocado en el hígado, pulmón y estómago, se desintoxicó en la cárcel, tras una penitencia de 10 años. Hoy se redime enseñando a los jóvenes a volar con rumbo. Para que no caigan en los errores de su émulo, Mike Tyson.
Publicado en La Región (08-12-2008)
Publicado en La Región (08-12-2008)