Nació en 1962 entre la tribu de los Dinka, en Gogrial (Sudán). Manute Bol hubiese sido un guerrero más del Movimiento de Liberación sudanés, un cazador de leones, un bebedor de leche de cabra. El destino, o el comentario de su primo en los Estados Unidos -"tengo un familiar que mide 2,31 metros"- fue su visa para permanecer 10 años en la NBA (1985-1995). Atracción turística y poco considerado entre los puristas del baloncesto, Bol firmó contratos multimillonarios por su imagen. Nadie tan alto se había visto por cualquier liga profesional del mundo. Pero la adaptación a la jungla de asfalto del guerrero dinka fue demasiado dura. El alcoholismo, su carácter derrochador y una atracción suicida por la velocidad al volante fueron un cóctel explosivo que pudo mantener hasta que sus huesos comenzaron a ceder. Divorciado, acusado de malos tratos y en la bancarrota, vagó por los suburbios de un Sudán en guerra, manteniendo a dos esposas y 14 familiares. Sus ex compañeros de la NBA se movilizaron para rescatarle de la miseria. Hoy, con bastón, sobrevive en Tejas, añorando la sabana africana. Allí donde de niño cazaba leones con lanza.
Publicado en La Región (05-01-2009). Manute Bol falleció en 2010.