SIGUE SOÑANDO
Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.
viernes, 29 de mayo de 2009
miércoles, 27 de mayo de 2009
PETER NORMAN, EL TERCER HOMBRE
lunes, 25 de mayo de 2009
TONI NADAL, EL FORJADOR DEL MITO
Don Antonio es una persona con un gran sentido común, políticamente incorrecto, por tanto. Un hombre aferrado a unos valores sólidos -trabajo, respeto, exigencia, disciplina, humildad, buenas formas- los cuales, no se el porqué, se califican hoy como anticuados. Así vienen las nuevas generaciones, dechadas en virtudes. "A este paso, nuestros hijos van a precisar de un psicólogo cuando jueguen al escondite y sean descubiertos", declara con fina ironía.
Lean esta interesante entrevista. Así entenderán un poco mejor las razones por las que Rafa es el número Uno del mundo en el tenis, y uno más en la conocida familia Nadal de Manacor.
"La doctrina estoica del tío Toni", por Javier Martínez (El Mundo, 24-05-2009)
viernes, 22 de mayo de 2009
jueves, 21 de mayo de 2009
SUEÑOS (XIII): PERICO DELGADO, UN ERROR LO TIENE CUALQUIERA
martes, 19 de mayo de 2009
¡ABRACADABRA! LENNY ABRE LA CAJA MÁGICA (por Trinity)
Por todos mis allegados es conocida mi debilidad por este hombre al que acudo a verlo cada vez que puedo. Con esta ya van tres y cada ocasión es totalmente diferente a la anterior. Aquí he tenido la gran suerte de disfrutar del concierto en primerísima fila, a escasos metros de él, por obra y gracia de la caótica organización de la Caja Mágica (vamos apañados si nos dan los Juegos Olímpicos…). Por arte de birlibirloque y haciéndonos un poco los despistados, nos situamos en los palcos vip a pie de pista en cuyo centro habían situado un pequeño escenario circular. Con una hora de retraso y sin que el público se lo esperase, comenzó una vistosa gala de inauguración a cargo de un cuadro flamenco, performances y acrobacias varias. Un colorista espectáculo de luz y sonido que recorría la historia de la cultura y el deporte español pero que sacó de quicio a los seguidores de Kravitz tras una larguísima cola de entrada y la odisea de encontrar el asiento correspondiente. Una situación cabreante, ya que a la hora de comprar las entradas no se avisó de ningún telonero y muchísimo menos de una gala previa al concierto, a lo que el público respondió con silbidos y abucheos y coreando el nombre de Lenny. Pero el colmo ya fué cuando, tras terminar, los operarios desmontan el escenario circular y acondiccionan el suelo para lo que venía a continuación. El escenario del concierto estaba escondido tras varias cortinillas en el fondo sur de la pista y una avalancha de gente esperaba para entrar y situarse lo mas cerca posible. Otro motivo mas de cabreo ya que, en ningún momento, se pusieron a la venta entradas de patio, las únicas opciones eran los sectores superiores tras los palcos, ¿ entonces, de dónde diablos salía toda esa gente? Caramba! Pues va a resultar que sí es mágica la caja esta….
Sin tiempo que perder, decidimos saltar del palquito y echar una carrera. Ahora o nunca…. Afortunadamente, mi fondo físico decide estar de mi lado y como una campeona me planto en primera fila justo delante del micrófono. No me lo creo! El sortilegio ha funcionado! Ocho mil personas abarrotan este recinto y tan solo tengo delante a los de seguridad y a los fotógrafos de prensa. Comparto nervios y risas con mis compañeros de fila hasta que, al fín, unos minutos antes de las once, se apagan las luces y con los acordes de “Bring it on”, Lenny hace su entrada acompañado por sus músicos en un sobrio escenario decorado con luces de neón. Su vestuario tambien es oscuro, vaquero gris, gafas y botas negras, chaqueta de cuero negra y camisetas negras sobre las que destacan dos colgantes plateados con la cruz católica y la estrella de David.
El público enloquece y Lenny se convierte en el objetivo de todos los flashes. Comienza a desgranar su repertorio: “Dig in”, “American woman”, “I belong to you”, “W´ere are we runnin”, “Fly away”, “Believe”, “Dancin´ till dawn”, “Always on the run”, a la vez que nos deleita con su sonrisa de encantador de serpientes. La puesta en escena es muy parecida a la de sus conciertos del pasado año. Repite en su piano luminoso la interpretación de la bellísima “I´ll be waiting” y nos emociona con una hermosa versión acústica de “Stillness of heart” totalmente solo en el escenario y con una guitarra como único acompañamiento. El entusiasmo crece por momentos y Lenny sabe como mantener el ambiente. Se despoja de su cazadora para quedarse con una ajustada camiseta de tirantes por la que asoman unos cuantos tatuajes, baila sensualmente y busca nuestra participación para cantar con él “Let love rule” y “It ain´t over til it´s over”. Pero cuando verdaderamente se queda con el personal es en el momento en que saca su cámara y tal cual reportero fotográfico se lía a hacer fotos a las primeras filas ( pero que suerte he tenido!!!!!!) y a las gradas para añadirlas a su álbum en su página de Facebook. Cercano y amable, se convierte en una pesadilla para los empleados de seguridad que forman un anillo alrededor de él cada vez que se inclina peligrosamente sobre nosotros. Alguna fan enloquecida, que no soy yo, no oculta sus turbias intenciones de saltarle a la yugular pero la cosa se queda en un simple flirteo y Lenny podrá regresar hoy a casa de una pieza y con todas sus extremidades completas.
Al coger su guitarra triangular nos anuncia que la despedida es inminente. Con una salvaje versión de “Are you gonna go my way” y las gradas temblando pone broche de oro a dos fantásticas horas en las que ha repasado los hits mas conocidos de su carrera ensamblando, incluso, versiones de Pink Floyd y Michael Jackson. El sonido impecable y su banda magnífica como siempre, con el gigantón Franklin Vanderbilt a la batería, Craig Ross y sus increíbles solos de guitarra y la soberbia sección de viento. Sin embargo eché de menos mas temas de sus dos primeros discos, que “Mr. Cab Driver” o “My precious love” no sonasen esta noche me pareció bastante extraño, mas si tenemos en cuenta que este tour es un homenaje a su primer trabajo…
A punto de cumplir 45 años, este infatigable Géminis está trabajando en su nuevo disco del que nos desvela que tendrá una influencia mas funk, con toques de psicodelia y anuncia una próxima colaboración nada menos que con Bob Dylan. En el terreno cinematográfico tambien tiene novedades, presentará en el Festival de Cannes la cinta “Precious” junto con la siempre ordinaria Mariah Carey donde ambos hacen una pequeña participación. Y mientras tanto, sigue buscando a esa “compañera de viaje” por la que, según leyendas urbanas, guarda un estricto celibato (¿¿!!!??). Candidatas seguro que no faltan, sobre todo tras colgar en la red social Twitter esta foto en la que aparece estratégicamente desnudo en la ducha de la cual asoman unos espléndidos glúteos de cemento armado. Y es que ya se sabe, morbo & marketing siempre combinan bien…
Os dejo con un par de momentos del concierto. Aquí interpreta uno de mis temas preferidos, “I belong to you”.
Lujuria y desenfreno con “Fly away”
Con Rocío y José Manuel entrando en la Caja Mágica.
Servidora y compañeros de fila fotografiados por Mr. Kravitz.
Mas información de Lenny Kravitz: http://www.lennykravitz.com/
Trinity
domingo, 17 de mayo de 2009
JENNIFER CAPRIATI, DE NIÑA A MUJER
miércoles, 13 de mayo de 2009
CHUCK DALY, LA GLORIA LLEGÓ A LOS 60
En la elite del baloncesto, salvo raras excepciones, todos los entrenadores dominan los fundamentos y tácticas de este deporte. Todos conocen el mercado donde se mueven y la naturaleza de las competiciones. La diferencia entre los buenos y los mejores quizá se encuentre en la manera de dirigir a un grupo de jugadores, en desarrollar al máximo sus cualidades y en adelantarse a su tiempo, desarrollando el estilo de juego del mañana.
En Detroit, Daly convirtió una banda de pendencieros –bautizada como los Bad Boys- en un equipo con mayúsculas. Recuerden aquel equipo y tiemblen: Rick Mahorn, llegado del fútbol americano, famoso ya en sus tiempos de Washington por su estilo mamporrero e internacionalmente conocido por atizar primero a Jordan y lanzar después al técnico de Chicago, Doug Collins, hacia la mesa de anotadores. Bill Laimbeer, el tipo más odiado en la NBA durante la década de los ochenta y buena parte de los noventa, millonario y reticente a los entrenamientos, si bien cuando los cumplía no era extraño terminarlos a golpes. Isaiah Thomas, un genial base con tanto talento como mala sangre, quien hoy va dando tumbos en los despachos, de equipo en equipo y de liga en liga. Dennis Rodman (no coment, merece un artículo aparte). Mark Aguirre, otra insoportable estrella de la que Dallas, su antiguo club, se desprendió, prefiriendo lo bueno por conocer que lo malo conocido (no fue bien recibido a su llegada por sustituir al bueno de Adrian Dantley, íntimo de Laimbeer). John Salley, un pujante showman, más preocupado de su carrera artística que del baloncesto. La banda del tío Federico.
Sumen a este grupo a James Edwards, el bigotudo pívot rebotado de Phoenix, y a los dos jugadores de más crédito personal en la plantilla: Vinnie Jonson y Joe Dumars. Humildes, trabajadores, anotadores en la sombra y lo más deportivo en un equipo imposible para cualquier técnico. Daly los aunó a todos. Diseñó un estilo atípico hasta la fecha. Un rival donde el peligro anotador llegaba desde fuera, gracias a tres tiradores mortíferos; respaldados por un núcleo interior de granito. Sin talento pero con oficio. Preparado para la guerra. El único capaz de parar al orgulloso pero viejo Boston, a los educados Cavaliers de Cleveland, al pujante Chicago de Michael Jordan, quien llegaba a destrozar las sillas del vestuario, impotente ante el nivel físico y mental de sus rivales (seguro que disfrutó más del 4-0 humillante logrado contra los Pistons en la final de conferencia de 1991, que del Título ante los Lakers de Magic).
Daly, quien pensaba que el baloncesto era un juego sencillo que él y sus colegas se empeñaban en complicar, supo controlar el choque de egos y la variedad de personalidades, en mayoría autodestructivas y cancerígenas, con palo y zanahoria. Con disciplina y con mano izquierda, tutelando a jugadores a quienes doblaba en edad. En el apartado táctico abrió la moda de la defensa como arma para la victoria. Ojo, defensa marcando 120 puntos en la canasta rival, algo que se parece olvidar en estos tiempos. Revalorizó la importancia del banquillo, siendo el sexto, séptimo y octavo jugadores tan importante como los titulares. Los memorables enfrentamientos en la Conferencia Este contra los Bulls serán recordados por las famosas y no escritas “Reglas de Jordan”. Las indicaciones para detener, o al menos minimizar, a ese fenómeno capaz de promediar 40 puntos en cualquier serie de play off.
Daly fue el mago en la sombra, inicialmente minusvalorado –según mi joven impresión durante aquellos años- poco a poco reconocido, en parte gracias a sus simpáticas declaraciones, en parte al testimonio de sus ex jugadores. “Para mí, Chuck Daly es Dios”, Rodman dixit. También gracias a los Títulos, los cuales parecen juzgar al buen y mal entrenador.
Recordaremos a Daly por ser el director de uno de los mejores equipos de la Historia de este deporte. Aquel Dream Team de Barcelona 92 en el que se coló Christian Laettner “para llevarnos las maletas” (Charles Barkley dixit). El reto de este vestuario era el mayor al que podría enfrentarse cualquier entrenador. 11 de los mejores jugadores del Mundo, cada uno con un ego imposible de satisfacer, con la presión de agentes, familiares, clubes, NBA y marcas comerciales. (No olviden que Jordan, Barkley, Robinson o Ewing vestían Nike; Bird y Magic, Converse, y la selección nacional, Reebok). Un conflicto de intereses que pueden conocer de forma más extensa en el artículo de nuestro Tótem Ramón Trecet, en este enlace.
jueves, 7 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
A CABALLO (por J.eMe)
A Caballo (El Patio de As Burgas)