El bielorruso, Nikolai Solodukhin, es el judoka con mejor palmarés de la hoy fenecida Unión Soviética. Campeón de Europa en 1979, campeón del mundo en 1979 y 1983, campeón olímpico en Moscú 80 -siempre en el peso semiligero (-65 kg.)- era un competidor de raza.
Aquí, en Galicia, tuvimos la suerte de verlo cuando ya se había retirado de la alta competición, en el Torneo Teresa Herrera de La Coruña. En un encuentro Bielorrusia – Georgia, frente a Amiran Totikashvili, campeón mundial 1989 y doble campeón de Europa. Fue un vibrante combate en el cual resultó vencedor, recibiendo una prolongada ovación del público de la Polideportiva de Riazor, puesto en pie.
Lo vemos aquí frente al francés Ives Delvingt -campeón de Europa 1977- en el combate final del peso semiligero de los campeonatos del mundo de 1979, celebrados en el recinto del Coubertain de París. Solodukhin domina en todo momento a Delvingt y lo obliga al abandono, mediante un peculiar juji-gatame, realizado desde una posición harto complicada.
Aquí, en Galicia, tuvimos la suerte de verlo cuando ya se había retirado de la alta competición, en el Torneo Teresa Herrera de La Coruña. En un encuentro Bielorrusia – Georgia, frente a Amiran Totikashvili, campeón mundial 1989 y doble campeón de Europa. Fue un vibrante combate en el cual resultó vencedor, recibiendo una prolongada ovación del público de la Polideportiva de Riazor, puesto en pie.
Lo vemos aquí frente al francés Ives Delvingt -campeón de Europa 1977- en el combate final del peso semiligero de los campeonatos del mundo de 1979, celebrados en el recinto del Coubertain de París. Solodukhin domina en todo momento a Delvingt y lo obliga al abandono, mediante un peculiar juji-gatame, realizado desde una posición harto complicada.
por Rokudán