Esta es la final del peso semiligero (-65 kg.) de los Campeonatos del Mundo de 1981, celebrados en la ciudad holandesa de Maastricht, en donde el japonés Katsuhiko Kashiwasaki se impone, en un combate espectacular, sobre el rumano y campeón de Europa de ese año, Constantine Niculae.
Kashiwasaki, que ya fuera subcampeón mundial en 1975 en el peso ligero (el último celebrado con cinco pesos), era un competidor sensacional y siempre entusiasmaba verlo en acción; este combate refleja muy bien su excepcional talento.
Aquí puede contemplarse, su asombroso yoko-tomoe-nage y el brillante trabajo realizado en suelo, que afortunadamente un buen árbitro no corta y, en este caso, culmina inmovilizando a Niculae. Otras veces finalizaba habitualmente en tate-shio-gatame o juji-gatame; recursos técnicos y gran clase, eran su sello de distinción.
Kashiwasaki, que ya fuera subcampeón mundial en 1975 en el peso ligero (el último celebrado con cinco pesos), era un competidor sensacional y siempre entusiasmaba verlo en acción; este combate refleja muy bien su excepcional talento.
Aquí puede contemplarse, su asombroso yoko-tomoe-nage y el brillante trabajo realizado en suelo, que afortunadamente un buen árbitro no corta y, en este caso, culmina inmovilizando a Niculae. Otras veces finalizaba habitualmente en tate-shio-gatame o juji-gatame; recursos técnicos y gran clase, eran su sello de distinción.
This is the final lightweight (-65 kg.) Of the 1981 World Championships, held in the Dutch city of Maastricht, where the Japanese Katsuhiko Kashiwasaki imposed, in a spectacular battle on the Romanian and European champion that year, Constantine Niculae.
Kashiwasaki, which finished second in 1975 in the lightweight (the last place with five weight classes), was a sensational competitor and always excited to see it in action, this fight shows well his exceptional talent.
Here is his amazing yoko-tomoe-nage and the brilliant work done in soil, which fortunately does not cut a good referee, and in this case, pinning ends Niculae. Other times, usually ending in tate-shio-gatame or Juji-gatame, technical resources and first class, were his characteristics.
Rokudán