A veces Madame Guillotine se lleva a los héroes deportivos antes de que desarrollen todo su talento en la Tierra. Marcel Cerdán (1916-1949) argelino de nacimiento, descendiente de padre francés y madre española, era el orgullo de La Grandeur por sus hazañas en el ring, el máximo atractivo en las revistas de sociedad por la doble relación que mantenía con su esposa Marinette -quien le dio tres hijos- y con la cantante e icono Edith Piaf. Así lo había reconocido el púgil ante los estupefactos periodistas. El 12 de diciembre de 1949 Jake LaMotta esperaba a Cerdán en el Madison neoyorquino, con el título de los pesos Medios en juego. El francés dudó antes del viaje, ¿avión o barco? El 27 de octubre despegó desde Orly. El aeroplano se estrelló horas después en la Cima Monte Redondo de las Azores, donde iba a repostar. Murieron Cerdán y 36 pasajeros más. A su entierro en Casablanca asistieron 45.000 personas. Marinette y Piaf se abrazaron ante su tumba, desconsoladas.
Publicado en La Región (26-02-02007)