Revisando la prensa del pasado lunes, encontré por pura casualidad en las páginas de "El Correo Gallego", una carta al director escrita por una mujer, llamada Doris Sánchez, que expone una interesante filosofía del vida sobre el Dolor.
Nadie quiere sufrir dolor, por lógica, pero evitarlo a toda costa -o taparlo con sucedáneos- significa huir de una inevitable parte de nuestra vida. Porque, lo bueno y lo malo, la alegría y la tristeza, el placer y el dolor, son las dos caras de nuestra trayectoria vital. Por lógica, escribimos sobre el dolor natural. El de una enfermedad cotidiana, el de la muerte de un ser querido, el de no lograr un trabajo... No es una inclinación por el masoquismo, desde luego. Son las pruebas que todos debemos pasar y superar desde que nacemos. Las que nos hacen mejores y más fuertes. Me ha parecido una carta conmovedora, escrita por la inquietud de una ciudadana anónima. Espero que les guste.