7 de agosto de 1995. Mundial de Atletismo en el Estadio de Gotemburgo (Suecia). Final de la prueba de triple salto de longitud. Un blancucho fibroso, con pinta de monaguillo y una aparente facilidad atlética, supera al dominante "black power", batiendo el récord del Mundo por dos veces -18,16 y 18,29 metros- ¡en apenas media hora de diferencia!
Jonathan Edwards era el hijo del predicador baptista de Devon, al sudeste de Inglaterra. Un ferviente creyente que había renunciado a la final de Tokio, en 1991, por coincidir en domingo, día de descanso sagrado. El cambio de entrenador y de técnica, además de una profunda reflexión con su padre, le hicieron más permisivo con sus creencias, sin perder la humildad. Un héroe digno de la película "Carros de Fuego".
Jonathan David Edwards nació el 10 de mayo de 1966 en Londres (Inglaterra). Ganó una medalla de Oro olímpica en Sydney y se retiró en el año 2003, a los 37 años. Vive en Newcasttle, junto a su esposa y dos hijos.
Publicado en La Región (4-12-2006).