



El perfil: Michael Gerard Tyson nació el 30 de junio de 1966 en Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos). En 1986 ganó su primer título mundial de Boxeo. Entre 1991 y 1996 fue encarcelado, acusado de violación. En 2005 se retiró de la competición.
Publicado en La Región (26-02-2007)
El pasado mes de junio, Caye y su marido presentaron en sociedad a su hijo Leo. Resulta inconcebible que la ceremonia no vulnerase la Convención de Ginebra. Lean: Pedro Zerolo como maestro de ceremonias, recitando los Derechos del Niño; sintonía de David el Gnomo y Amaya Montero amenazando con entonar “te voy a cantar la canción más bonita del mundooooo...”. Droga dura, amigos. Cayetana, valiente y decidida, declaró: “Mi generación se ha educado sin el yugo de la Iglesia al cuello”. ¿A qué carallo viene esta gilipollez, entonces? Pensarán muchos. Pregúntenle a Einstein. Leo tendrá que esperar unos años para denunciar este maltrato infantil. Al menos se salvó de Amaya. Que no es poco.
Otra gilipollez interestelar:
“Y como todo acontecimiento histórico necesita de sus símbolos, les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta. La coincidencia en breve de dos liderazgos progresistas a ambos lados del Atlántico: la presidencia de Obama en Estados Unidos y la presidencia de Zapatero en la Unión Europea. (...) Dos políticas progresistas. Dos Liderazgos. Una visión del Mundo. Una esperanza para muchos seres humanos”.
(Leire Pajín, pixie e dixit. 3 de Junio de 2009).
En medio de la crisis económica, nuestros sesudos políticos europarlamentarios no han tenido mejor ocurrencia que subirse el sueldo. Como informaron sólo algunos medios en los últimos días, para este tipo de medidas no hizo falta un acalorado debate y sí hubo unanimidad, consenso y tolerancia. Sus señorías han considerado que 7.665,31 euros mensuales constituyen un sueldo ideal para no pasar aprietos a día 30. Añadan a esto las dietas por sesión de trabajo –aproximadamente 5.364 euros anuales- más 4.202 euros mensuales a mayores para gastos diversos; más 149 euros diarios si el político de turno viaja fuera de la Unión Europea, más 0,48 euros por kilómetro recorrido si utiliza coche –y no un Corsa, precisamente-. Como su número supera los 700 miembros, la broma del Parlamento Europeo genera unos gastos –declarados- de 1.530 millones de euros. Y lo que no sabremos. Un dineral que pagamos todos y todas con gran solidaridad y sostenibilidad ¡Viva la democracia!
En televisión, un programa propone un formato novedoso y de audiencia y todas las cadenas lo imitan de forma descarada. Pasó con los concursos, con las series de humor español, con las series de ficción, con los programas de cotilleo, con los de zapeo, con los grandes hermanos, con los magazines nocturnos de dudoso gusto, con los programas matutinos de dinero fácil a cambio de adivinar una palabra. Hace unos años “Callejeros” nos presentó la España real en la cual vivimos -la que Zapatero, Rajoy y los europarlamentarios de casi ocho mil euros mensuales de sueldo no parecen conocer- sin más necesidad que una cámara y muchas horas de pateo. La fórmula es hoy repetida hasta la saciedad por el resto de cadenas, lo cual denota la crisis de imaginación que sufre la pequeña pantalla. Mejor esto que “Crónicas Marcianas”, claro. Pero el panorama es desolador.
Por razones de difícil comprensión, asistimos a la caída en desgracia de la corbata, esa prenda que marca la diferencia entre la elegancia y el cutrerío. La inmensa legión de progres crónicos la han asociado al capitalista ladrón, al empresario explotador, al mafioso... Así que se la quitan, por el qué dirán. Un gran número de bustos parlantes, entre los presentadores de telediarios y políticos, estos exclusivamente durante el fin de semana, aplican la costumbre, acomplejada y paleta. Anquilosada en lo más rancio del siglo pasado. Pronto se impondrá el chándal como uniforme oficial. Por cierto, ¿se han percatado que ahora todos los presentadores conversan unos segundos con el colega de deportes, de buen rollito, en cada telediario? Que sí, les damos la razón. Algunos locutores es mejor que no vistan la corbata, porque las combinaciones finales hacen daño a la vista. Y nos los ponen de corbata a los telespectadores.
Ya ves, querido Leo, el terrible panorama que te espera.
Tras este brillante comienzo Bono, totalmente vestido de negro y ejerciendo de maestro de ceremonias, saluda a Barcelona declarando su predilección por esta ciudad en donde han permanecido estas últimas semanas, junto a todos los miembros de sus familias disfrutando de las cañas en la Barceloneta y del café en Las Ramblas, a la vez que supervisaban el montaje de este macroescenario (cuyo coste asciende a 108 millones de euros, todo un alarde de poderío…) para el que se han inspirado en la singular obra de Gaudí. En estos tiempos difíciles agradece a todos el esfuerzo por asistir a este evento y con “Beautiful day” reanuda el periplo. Y llega la primera sorpresa de esta velada. Al final de la mítica “Angel of Harlem” enlazan con “Man in the mirror” y “Don´t stop til you get enough”, dos inconfundibles temas del malogrado Michael Jackson, ofreciéndole de esta manera su consabido homenaje (últimamente ingentes cantidades de fans del rey del pop brotan como setas por todas partes. Donde estaban escondidos? En Neverland…?)
Pero sin lugar a dudas, el momento de la noche vino a continuación de “In a little while”, cuando Bono establece comunicación con la Estación Espacial Internacional dejando al personal completamente extasiado. Tras los saludos pertinentes, los integrantes de la tripulación, cual imagen de un anuncio de Benetton, comentan con Bono las investigaciones que están realizando en el espacio y la estupenda camaradería que reina entre todos a pesar de sus diferentes orígenes y nacionalidades. A la pregunta de si la Tierra se ve redonda desde allí nos responden con una enigmática sonrisa dejando que la duda flote con ellos en el aire…
El concierto continua, con pelotazos como “The unforgettable fire”, ”City of blinding lights”, “Vertigo” y “Sunday bloody Sunday”. Instantes después, el escenario se convierte en una auténtica discoteca, bola plateada incluída, con una versión muy bailable de “I´ll go crazy if don´t go crazy tonight”. Los cuatro abandonan el escenario, incluido el hierático Larry Mullen Jr. (tan bello como inexpresivo) para pasearse por todo el perímetro de la pasarela, a la vez que un videoclip con sus rostros se proyecta en la pantalla.
Y como no, llega el momento reivindicación-protesta. Bono dedica “Walk on/You´ll never walk alone” a Aung San Suu Kyi, activista por los Derechos Humanos y por la libertad en Birmania, Premio Nóbel de la Paz en el año 1.991, en arresto domiciliario desde el 2003. Para participar en este homenaje se han repartido caretas con su foto en la entrada del estadio y un grupo de elegidos desfila por la pasarela ocultando su rostro con la máscara. Tras esta performance todo un clásico “Where the streets have no name” que junto con “Pride” hacen las delicias de sus fans de toda la vida. Y como colofón la hermosísima “One”, interpretada por un Bono enfundado con la camiseta del Barça para disfrute orgásmico de todos los aficionados culés. De esta manera quiere agradecer al club el hecho de lucir en sus equipaciones el logotipo de UNICEF de una manera altruista.
Tras una triunfal ovación los cuatro se retiran… Para los bises, las fulgurantes luces se atenúan y la puesta en escena vira a una atmósfera más íntima. Bono cambia su chaqueta de cuero por una cazadora con luces rojas en los laterales que recorta su silueta en la penumbra. Un micrófono circular se descuelga del techo al mas puro estilo de las veladas de boxeo y de esta guisa nos obsequian con “Ultraviolet” y por supuesto, “With or without you”, tema que se esperaba con gran anhelo. Bono deja patentes sus pésimas dotes como trapecista al intentar algún número circense colgándose del micrófono. El broche final lo ponen con “Moment of surrender”, la canción favorita del vocalista de este nuevo álbum, adornada con el holograma de unas hadas volando en un rincón lateral del estadio. Una nana ideal para irse a la cama tras esta descarga de adrenalina.
En definitiva, un show colosal. Sin lugar a dudas, la estrella del espectáculo es todo el conjunto del escenario que se convierte en el quinto miembro de la banda. El sonido inmejorable (a pesar de que ellos no quedaron del todo satisfechos) y la voz de Bono espléndida, demostrando estar en plena forma a sus 49 años, al igual que sus compañeros (todos rondan la cincuentena). Gracias a la descomunal pantalla la visión desde cualquier punto del recinto fue excelente. La comodidad en pista no estuvo mal, salvo por algún oloroso paquidermo que dió la turra en algunos momentos pero no hubo agobios ni los típicos empujones. Eso sí, cero patatero al Ayuntamiento de Barcelona o a quien corresponda por el mas que deficiente despliegue de transporte público convirtiendo la vuelta a casa en una auténtica pesadilla que en nuestro caso duró algo mas de dos horas. Teniendo en cuenta que este tipo de acontecimientos suponen importantes beneficios económicos para la ciudad, no es de recibo que no se prolongue el horario del metro un par de horas más en ocasiones puntuales como ésta en vez de dejar al personal totalmente vendido.
Con otro concierto más en Barcelona, U2 cierra su excursión por nuestro país prometiendo volver el próximo año. Ya se barajan posibles fechas y una ubicación muy cercana a nuestra ciudad pero, por el momento, son solo rumores. En caso de que prosperen allí nos veremos.
Trinity
El escudo nacional ha tenido muchos cambios a lo largo de nuestra historia. A continuación explicaremos el orígen de su composición actual:
Fue Alfonso VIII (1170-1214) quien adoptó un castillo como su emblema. El origen del nombre de Castilla proviene del árabe al-Qila, que significa tierra sembrada de castillos, a su vez este término vendría del latín castelum diminutivo de "castrum".
Probablemente el primer rey hispano que adopta el león como símbolo regio es Alfonso VII (1126-1157). La capital del reino era León que se llamó así porque la legión Septima Gemina tenía allí su cuartel.
Actualmente los historiadores afirman que la señal de la Casa de Aragón son unas armas cuyo origen, estaría inspirado por el viaje de Sancho Ramírez (1064-1094) a Roma en 1068 para consolidar el joven Reino de Aragón ofreciéndose en vasallaje (para acogerse bajo su protección) al Papa. De ahí que se haya aducido que Alfonso II, conocedor de ese viaje, tomara como emblema del vínculo vasallático las conocidas barras rojas y oro, inspirado en los colores propios de la Santa Sede.
Tradicionalmente se decía que las barras rojas eran las armas de Wifredo I el Velloso, primer conde independiente de Barcelona (874-898), quien según la leyenda fue herido en una batalla contra los normandos en el año 875. Entonces, el Rey Carlos el Calvo le visitó en su tienda y le rogó una merced, a lo que Wifredo dijo: "Dadme, señor, un blasón para mi escudo". El escudo estaba a la cabeza del lecho, el monarca mojó los dedos con la sangre de la herida de Wifredo y los pasó por el escudo dorado, marcando cuatro rayas rojas, diciendo: "Divisa que con sangre se gana, con sangre debe estar escrita. Estas barras serán las armas de vuestro escudo".
En cuanto a las cadenas, representan el reino de Navarra, unido a la monarquía desde 1512. Tradicionalmente se dice que proceden de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), ganada por los príncipes cristianos al Miramolín Mohamed, quien tenía la tienda rodeada por camellos amarrados con poderosas cadenas. Tras la batalla, los navarros se llevaron las cadenas y conformaron el escudo de Navarra pero más allá de la leyenda de las Navas de Tolosa, los investigadores parecen convenir en que el escudo de las cadenas de Navarra encuentra su origen en un sello de Teobaldo I “El trovador” (1234-1253). En este sello real se interpretó que el escudo de armas del reino de Navarra era un escudo blocado, esto es un entramado de cadenas dispuestas en cruz aspada y cruz latina, con eslabones.
La granada simboliza el reino de Granada, último reducto musulmán tomado en 1492 durante el reinado de los Reyes Católicos. En el centro se sitúa el emblema de la casa Borbón, formado por tres flores de lis, que subió al trono en 1700.
Por último están las columnas con la leyenda "Plus Ultra". Conviene decir que el emblema de los Reyes Católicos era "non plus ultra" (así consta, por ejemplo, en el escudo actual de Melilla), en referencia a que las columnas de Hércules (dos colinas situadas a ambas orillas del estrecho de Gibraltar) se tenían como uno de los límites del mundo. El posterior descubrimiento de América implicó la eliminación del "non", ya que carecía de sentido. Luego cambiaría completamente el significado, haciendo referencia a la conquista y a la obra española en el nuevo mundo descubierto en 1492 (más allá de ultramar).
Aníbal