SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 23 de abril de 2009

THIERRY SABINE, POLVO ERES



Polvo Eres. "Se arriesga el que quiere", solía decir el fracés Thierry Sabine (1949-1986) para excusar la dureza del Rally París-Dakar. Sabine, nacido en los alrededores de París, también arriesgó en el año 1977, en el Rally Abdijan-Niza. Deshidratado, desorientado, vagó durante tres días, al borde de la locura, por el desierto del Teneré. Un castigo que le unió para siempre con África. "Volveré a verte, pero jamás solo", se dijo. En 1979, organizó el Rally más famoso del mundo, el París-Dakar. Nacido para hermanar al mundo desarrollado con el profundo sur, para descubrir la ilimitada belleza africana y para, también, engordar los bolsillos de este astuto licenciado en Mercadotecnia. Sabine era algo más que un hombre de negocios. En 1983, con una tenacidad sorprendente, logró reunir a 40 pilotos, esparcidos sin rumbo por el desierto. En 1986, su helicóptero, preso en una tormenta de arena, se estrelló contra la única duna en más de 150 kilómetros cuadrados. Murieron él y sus cuatro acompañantes. Sus cenizas se esparcieron por el desierto. (Las de Sabine y quizá su legado, porque este año se suspendió el Rally y desapareció su sueño). Y en polvo te convertirás.

Publicado en La Región (11-02-2008)