Entonces, la diferencia entre el baloncesto de la todopoderosa liga y el resto del mundo era abismal. Lo cual no impidió que la selección croata de Petrovic (r.i.p.), Kukoc y Radja dominase el marcador de la final -unos minutos- contra mitos como Jordan, Magic o Bird. Véanlo.
La entrada de jugadores NBA respondió a una necesidad. Estados Unidos, inventor de este deporte, acostumbraba enviar a los Juegos a una selección de los mejores universitarios. La progresión del resto del mundo y la humillación sufrida en Seúl 1988 lo convirtió en insuficiente.
El impulso NBA alcanzó hasta los Juegos de Atenas 2004. Los norteamericanos comprobaron allí que un grupo jugadores de nivel medio, liderados por tres o cuatro estrellas anárquicas, tampoco era suficiente. El "otro" basket que ignoraban ya les superaba en ilusión, juego colectivo y mentalidad ganadora.
USA Basketball sabe que ahora tiene que reunir a lo mejor de lo mejor para asegurar el oro. Todo lo que no se aproxime supondrá un gran equipo, pero tendrá que sudar las medallas y encajar derrotas como la sufrida ante Francia. ¡Despierten!
Publicado en La Región (27-julio- 2021)