SIGUE SOÑANDO


Dice la leyenda que Polínexa, madre de Alejandro Magno, soñó que su hijo había sido engendrado por el mismísimo Zeus. El nacimiento coincidió con la victoria de su marido, Filipo de Macedonia, en la carrera hípica de los Juegos del 256 a.C. En honor a tal triunfo, Polínexa cambió su nombre por el de Olimpia. Su sueño se cumplió. Alejandro fue el Zeus del mundo conocido entonces. Un infatigable conquistador. El deporte es hoy lo más parecido a la guerra y sus figuras los nuevos mitos de nuestra era. Soñemos.

Legend say that Polínexa, mother of Alexander the Great, she dreamed that her son had been fathered by Zeus. The birth coincided with the victory of her husband, Philip of Macedonia, in the horse race of the Games of 256 BC. In honor of this victory, Polínexa changed her name to Olympia. Her dream was fulfilled. Alexander was the Zeus of the then known world. An indefatigable conqueror. The sport is now as war and his figures the new myths of our era. Let's dream.

olimpiaduerme@gmail.com

jueves, 2 de abril de 2009

FLORENCE GRIFFITH, EL EXPEDIENTE X


Delorez Florence Griffith (1959-1998) nació en el seno de una humildísima familia californiana, entre 11 hermanos. Su vida parecía condenada a la pura supervivencia, hasta que se encontró con el atletismo. Era una buena velocista, pero no la más rápida -el mismo caso que Ben Johnson-. El salto adelante lo dio tras la boda con su entrenador, el ex campeón olímpico Al Joyner. Entre los años 1987 y 1988 tuvo una tan impresionante como repentina progresión: cuatro Oros, tres Platas y el récord, aún imbatible, en los 100 metros lisos, 10,49 segundos. Fue la novia de América en los Juegos de Seúl, pero su cuerpo, exageradamente musculado y masculinizado, hizo sospechar a muchos. Unas sospechas acrecentadas tras las acusaciones -envidia aparte- de otros atletas, y su prematura retirada, ese mismo año, cuando se encontraba en la cúspide, a los 29 años. Atleta extravagante, corria maquillada, con joyas o uñas kilométricas. Se paseaba con una boa por la calle y diseñaba ropa deportiva. En 1996, sufrió una primera apoplejía. En 1998, apareció muerta en su cama. ¿Dopaje? ¿Asesinato? ¿Epilepsia? Los informes médicos nunca se hicieron públicos, según su deseo, y todos especulan. Un auténtico Expediente X.

Publicado en La Región (04-02-2008)