La primera vez que ví a Taurian Fontenette fue a través de un correo de mi buen amigo Michi, gran aficionado, entre otros vicios, al baloncesto, quien ahora sobrevive en la jungla madrileña. Fontenette es un jugador negro, nacido en el estado de Texas. Otro más entre los millones que pueblan los equipos universitarios. La diferencia entre él y el resto no es una lectura superdotada del juego, ni una técnica de lanzamiento que nos recuerde a Allan Houston, ni la efectividad de un Larry Bird. Taurian es un extraordinario atleta, un excelente saltador en busca o con una pelota en sus manos.
Taurian (de apenas 1,90 metros y 85 kilos) jugaba en el Paul Quinn College de Texas, un desconocido equipo de la liga NAIA (competición independiente de la clásica NCAA para universidades más humildes y de menos alumnos) hasta que un día de 2005 se presentó en uno de los partidos de la gira de estrellas callejeras de la marca AND1 para integrar el equipo de sparrings. Este tipo de encuentros contienen mucho espectáculo y poco baloncesto estructurado, así que pudo dar rienda suelta a sus cualidades y maravilló desde el comienzo.
Entre sus habilidades destaca el mate de 720º. Sí, dos vueltas sobre su propio eje de rotación antes de machacar la pelota. Pocos mortales lo pueden hacer y no existen muchos documentos gráficos de ello. En vídeo guarda imágenes de tal memorable momento, así como otras muchas de sus brincos en las competiciones universitarias. Fontenette fue bautizado desde entonces como "The air up there", participando en las giras de la marca deportiva (supone un buen contrato y un coche de regalo por hacer lo que más te gusta). Aunque se lesionó en un tobillo, su historia es la de muchos otros jugadores callejeros, incapaces de labrarse una carrera profesional por su inadaptación al juego en equipo, pero profesionales del baloncesto espectáculo. Los Globetrotters de la nueva era.
Con ustedes, Taurian Fontenette (abróchense los cinturones)