El fondista estadounidense Steve Prefontaine (1951-1975) nunca comprendió eso de llegar en segundo lugar a meta. El cuarto puesto en los 5.000 metros de Munich 72 le hundió, quizá por no correr a su estilo, siempre el primero (¡y que le siga quien pueda soportar su ritmo!). "Pre" trotaba desde pequeño, incluso a medianoche, para inquietud de la policía. Junto al técnico Bill Boweman batió todos los récords de fondo y ganó cuatro títulos universitarios consecutivos con el equipo de Oregon; amén de ser, sin percatarse de la trascendecia, el primer probador de las zapatillas Nike, la futura empresa de Boweman. Rebelde, apasionado, admirado; mantuvo un enfrentamiento con las autoridades del amateurismo por los derechos de los atletas. Vivía en una caravana y se ganaba la vida con trabajos artísticos y manuales. Tal era su espíritu que había renunciado a un contrato profesional para prepararse intenstamente y desquitarse de su derrota. Había previsto el momento de su venganza en los siguientes Juegos de Montreal de 1976. No pudo llegar. El 29 de mayo de 1975 ganó su última carrera. Esa noche falleció en un extraño accidente de tráfico, cuando regresaba de una fiesta por la noche. Nunca correrá solo.
Publicado en La Región (03-12-2007)